¡Wow! Mi última publicación fue en mi cumpleaños, chingona mi promesa de escribir cada semana, ¿verdad? No sé, todo ha sido muy confuso estos últimos meses. Mi falta de disciplina en la dieta me ha provocado brotes nada padres, lo que hace oscilar mi humor muy cabrón. Hay días en los que tengo la pila al cien y me quiero comer el mundo, solo para que la semana siguiente me desmorone y pierda todo el impulso.
Mi mayor problema es encontrar un motivo, una razón que me motive a salir de esta situación. Pero es difícil, ¿sabes? La vida me ha quitado tanto, que la verdad me da miedo emocionarme de nuevo con algo o alguien. Y es algo que de verdad me rompe el corazón, aún recuerdo como todavía era yo hasta cinco años atrás. Era supersoñador, parecía niño emocionándome con todo, un día era programador web, otro un artesano de cuero, otro un pintor en acuarela para al día siguiente convertirme en fotógrafo, estilista o escritor. Todo era posible. Era romántico como nadie, podía enamorarme diez veces al día y fantasear con toda la película mil veces. No existían imposibles en mi mundo, todo era realizable para el soñador Vic.
¿Y hoy? No puedo reconocerme en el espejo. Por más qué me busco no me encuentro. Creo que esta vez ese maravilloso Victor recibió tanto daño que se abandonó a si mismo por su propia protección. Te entiendo Vic, tenías un corazón tan hermoso e inocente que no te merecías tanto daño, pero no te preocupes, ya no te podrán lastimar más. Esta carcasa que quedó en tu lugar te pide perdón por no haberte sabido proteger.
Pero esta carcasa aquí sigue deambulando como un sonámbulo que no logra despertar. Debo encontrar una forma de sobrevivir, antes del próximo golpe de la vida. Así que, si me oyes querido Vic, te necesito una vez más, no te pido que vuelvas, no puedo hacerlo. Pero aunque sea aliéntame a lo lejos con tus consejos y palabras de apoyo. No puedo yo solo.
Tengo un par de planes por ahí, solo necesito urgentemente esa razón, esa chispa de ilusión en mi corazón para llevarlas a cabo. Todo está listo…
Esta noche oscura del alma ha sido extremadamente desgastante. Lo mejor que me ha pasado ha sido reencontrarme con mi espiritualidad, la cual me hace sentir menos solo, menos abandonado. Al rezar es el único momento del día en el que logro sentirme confortado. Y confío en Dios, sé que todo esto tiene una razón de ser. Y lo mejor que puedo hacer el día de hoy, es entregarme a sus planes.
He estado ayudando a varias personas con el don que Dios me dio, lo cual me da cierta satisfacción cuando veo como mejoran las vidas de esas personas que confiaron en mí para ayudarlas. Pero no puedo vivir de eso, ya que no puedo cobrarlo. Aun así se siente bien.
En fin. Sigo sin rendirme, no lo haré. Y en general estoy bien, después de la última purga social que hice unos meses atrás. He logrado encontrar un punto medio bastante pacífico. Pero ya no quiero hacerlo, quiero gente a mi alrededor, he notado que me ayuda el tener con quien hablar.
A todos los que alejé a la mala, les pido muy sinceramente que me perdonen, pero mi alma lo necesitaba. Lamento que haya sido de una manera tan brusca, pero no quería que sufrieran por mí, mejor que se vayan odiándome que extrañándome. Los quiero y siempre lo hice. Espero que si leen esto algún día, sepan y entiendan que los y las quise muchísimo. Lo siento.
Hasta la próxima