Saltar al contenido

Crudo, real y sin censura.

¡Hola! Mi nombre es Victor Cadena y este es mi blog personal… Esta es la tercera versión de este blog, y de corazón espero que sea la definitiva. La muerte y renacimiento de este proyecto ha tenido sus razones, razones que me llevaron por un recorrido muy doloroso y de mucho autodescubrimiento.

En antiguas versiones siempre traté de alienarme de algún modo utilizando alter egos, personajes que no reflejaban enteramente mi realidad o mi forma de enfrentar la vida. The Boss y Viktor Volk eran proyecciones de lo que alguna manera aspiraba a ser y proyectar. Pero sólo eran mascaras que disfrazaban el dolor y sufrimiento que afrontaba.

Ahora lo que quiero es ser yo al 100%, con mis virtudes y con mis defectos, con mis fortalezas y debilidades, con mis logros y mis derrotas. Una versión cruda, real y sin censura. Y espero que mi manera de afrontar la vida te sirva de inspiración para no rendirte en la tuya, y muy seguramente puedas ayudarme con tu experiencia también, claro, si así lo decides.

El macho alfa nalgas plateadas, el todas mías, el todo puedo, el todo lo sé, ha quedado enterrado en el panteón de las pretensiones. Este blog no será la fuente de motivación fantasiosa qué llegó a ser, no señor. Aquí, si decides quedarte, descubrirás que la vida es muy dura, que cuándo crees que tienes los peores problemas del mundo, siempre habrá alguien pasándola más culero que tú.

Pero eso sí, te prometo no rendirme, te prometo siempre buscar como seguir adelante. Pero que te quede bien claro; si decides seguir a este conejo blanco a su madriguera, me prometes tampoco rendirte. En esta vida Alicia no despierta y escapa de la pesadilla, Alicia se da cuenta de que de la vida no se despierta, que solo le queda crecer unos huevotes de King Kong y patearle el trasero a la Reyna Roja… o de jodido morir en el intento. ¿Tenemos un trato?

Puta… ahora por dónde empiezo… Hahaha pensé que sería más fácil… Ya sé, empecemos por lo último, de alguna forma tendrá más sentido. A finales de 2019 caí seriamente enfermo (nada contagioso no te aloques), una enfermedad que me llevó por un peregrinar en salas de urgencias, consultorios médicos, laboratorios, y hasta charlatanes… en verdad cientos… y todo por lo atípico de mi sintomatología, por un lado parecía ser una cosa, y que al hacer los estudios pertinentes resultaba no ser, y así, tras innumerables especialistas, resonancias magnéticas, laboratorios de sangre, ultrasonidos, tomografías, biopsias, antígenos, punción lumbar, etc. Dos años y medio después por fin obtuve respuestas.

Tras una biopsia de labio, la cual realmente fue por curiosidad. Se me detectó Síndrome de Sjögren. El cual se caracteriza por, y citando a Mayo Clinic:

“El síndrome de Sjögren es un trastorno del sistema inmunitario que se identifica por sus dos síntomas más frecuentes: ojos y boca secos.

Mayo Clinic

Esta afección suele acompañar otros trastornos del sistema inmunitario, como la artritis reumatoide y el lupus. Por lo general, el síndrome de Sjögren afecta primero las membranas mucosas y las glándulas que producen humedad en los ojos y la boca, lo que da como resultado menos lágrimas y saliva.”

¿No suena tan grave verdad? Veamos la sintomatología:

“Los dos síntomas principales del síndrome de Sjögren son:

Ojos secos. Es posible que los ojos te ardan, te piquen o sientas como si tuvieras arena adentro.

Sequedad de boca. Es posible que sientas que tienes la boca llena de algodón, lo que dificulta tragar o hablar.

Algunas personas con síndrome de Sjögren presentan uno o más de lo siguiente:

Dolor articular, hinchazón y rigidez.

Inflamación de las glándulas salivales, sobre todo, las que se ubican debajo de la mandíbula y delante de las orejas.

Erupciones cutáneas o piel reseca.

Sequedad vaginal.

Tos seca persistente.

Fatiga prolongada.”

¿Ojos y boca seca? En un inicio no le di tanta importancia, ya que siempre he trabajado con equipos de cómputo y al siendo fumador, bah son solo consecuencias de mis hábitos, o eso pensé por lo que nunca me quejé de ello en particular.

Lo que realmente me jodió la vida y lo que convirtió todo en un eterno peregrinar fueron los síntomas secundarios. Dolor articular, un dolor severo no mamaditas, si me conociste en mis 20s, habrías pensado que era alguna clase de Terminator, no me dolía ni madre.  Pero esto… esto dolía como una patada en los huevos.

Fatiga persistente, imagina el día en que has estado más cansado que nunca, multiplícalo por 10 y vívelo diario, a toda hora. ¿Ya? Esa era mi vida, el simple puto hecho de pararme de la cama parecía querer irme nadando a Rusia con Papi Putin.

Los ojos, los ojos progresivamente se fueron al garete, cada día era menos tolerable el estar frente a un monitor, comenzaban a arder a los 10 minutos, es una sensación de tener tierra en los ojos, si me aguantaba y seguía cinco minutos más se desataban los dolores de cabeza, dolores palpitantes que solo te provocan querer recibir un batazo que te desmaye y así dejar de sentir por lo menos un ratito.

La boca… una putita maldición, la resequedad vuelve tu saliva más acida, lo que provoca que tus dientes estén en peligro constante de picarse de la base, además de volver tu lengua mucho más sensible a la sal y el picante, el mentado chile del que no pica se puede llegar a sentir como masticar un habanero.

¿Puedes sentir mi pequeño infierno? Pobre desgraciado ¿cierto? Pero no, eso hubiera sido un sueño maravilloso, la pesadilla solo empezaba.

La piel empezó a irse a tomar por culo poco tiempo después. Me comenzaron a salir unos abscesos enormes por varias partes del cuerpo, unos como pelotas de baseball, y si creías que lo anterior suena a dolor… Uff te tengo una sorpresa, eso eran las caricias de un ángel.

La piel es el dolor más severo, más extremo que he llegado a sentir en mi vida… y créeme he tomado muy malas decisiones y conozco el dolor físico. El dolor de la piel me ha logrado tumbar en cama por días, sin poder caminar, sin poder siquiera sentarme, sin poder dormir, sin poder pensar, desando morir a todo momento, y no, no es broma. Y no existen medicamentos que calmen ese dolor, solo los opioides… pero no, eso algo que no quiero volver a usar, es muy feo y conlleva más riesgos que beneficios.

¿Pero que decían los médicos? Que nada, que estoy jodido y que no tiene cura, el Síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune (que el cuerpo anda de emo y se odia a si mismo) y punto. Y lo de la piel ya se convirtió en una mamada llamada Hidradenitis Supurativa que para acabarla de mamar es una enfermedad por sí misma, no autoinmune pero auto inflamatoria. Lo cual puede ser común, que de una enfermedad autoinmune se produzca una secundaria. Lo sé, debo estar pagando todas mis pendejadas de joven. ¡Dios Padre! ¡Perdona a este infeliz pecador!

Solo existen medicamentos para “controlar” los síntomas y eso si tienes suerte, porque no ha todos les sirven. Y estos hermosos medicamentos son más peligrosos que la enfermedad en sí. Te piden firmar documentos eximiendo de responsabilidad a los médicos y farmacéuticas por si mueres tomándolo. ¿Una puta chulada verdad? Así que ni madre, no me voy a tomar su veneno.

¿Cirugía para de jodido quitar la piel afectada? Nope, son cirugías horribles que tardan semanas en sanar y super riesgosas, he visto casos terribles. Y para acabarla de mamar, es un volado de que vuelvan a salir. ¡Santo Padre tenme misericordia!

Así que ahí estaba yo, sufriendo extremo dolor, sin ilusión de nada, sin esperanza de nada, sin trabajo, sin sueños, sin nada, sintiéndome un verdadero monstruo. En la epitome del dolor en Octubre del 2022, contemplé muy seriamente junto con mi familia el irme a Suiza a practicar el suicidio asistido… No fue fácil llegar a eso, me informé, me comuniqué con la asociación que se encarga de esas cosas allá, y tras entender todo el proceso y la inversión necesaria, estaba listo para rendirme y terminar con mi miseria.

Me iría sólo y jamás volvería, lo único que mi familia tenía que hacer era imaginar que me casé con una rusa hermosa y estaba viviendo feliz por allá. Se los haría más fácil de algún modo… Las lágrimas invaden mi rostro al escribir esto… Y discúlpame querido lector, por más fuerte que traté de ser en ese punto, te juro que solo anhelaba morir, no podía más…

Pero aquí sigo ¿cierto? Algo pasó que aquí me tienes contándote mi tragedia. Y no, no fueron los médicos, no fueron las medicinas. No, Dios debió perdonarme, o en algún sentido debe considerar que tengo alguna misión aquí todavía. Así que envió un ángel a darme una luz al final del túnel dentro de un sueño.

Debo decirte que si bien, no me he curado, y quizá nunca lo haga, y aun llegando a tener crisis muy dolorosas, aquí estoy, vivo, con esperanza, y con ganas de aun lograr muchas cosas, con limitaciones, miedos, e inseguridades, pero VIVO.  

Los detalles de mi “recuperación” te los compartiré en la próxima entrada, esta ya se alargó demasiado. No ha sido nada fácil para mi escribir esto. Pero esto soy, para bien o para mal, esta es mi vida. Decidí compartirla para brindarte esperanza y fe de que por más oscura que sea la noche, siempre puede amanecer.

Al vivir esto, me aleje de mucha gente, amigos, conocidos, y familia. Y los pocos que insistieron los alejé a la mala… Si llegan a leer esto, espero puedan entender por lo que estaba pasando. Los extraño, y no quería que me vieran en ese estado. De corazón lo siento.

¡Hasta la próxima querido lector! Publicaré de manera obligatoria los Domingos a las 8:00pm, y quizá haga entradas menores entre semana. No todas serán así de fuertes, espero ser más constructivo. Pronto daré a conocer mis nuevas redes sociales, ya que las anteriores las eliminé/abandoné. Por ellas podrás ponerte en contacto con tu servidor, por si deseas hacerme llegar tus comentarios. O escríbeme a hola (arroba) victorcadena.com

Sinceramente

Victor Cadena

Los comentarios están cerrados, pero los trackbacks y pingbacks están abiertos.