Categoría: Life

Historias y experiencias de mi día a día.

  • Cómo Sanar Una Infidelidad

    Una infidelidad destruye más que una relación. Una infidelidad rompe la realidad misma. Descubrir que aquello en lo que confiabas nunca existió, darte cuenta de que todo lo que sentías era real solo para ti duele más que el engaño en sí. Y el veneno que siembra en la mente, corroe lentamente la percepción de ti mismo.

    No importa si pasó una vez o varias, si fue de un solo encuentro o si duro meses o años. Lo que duele es la traición al pacto emocional. Cuando entregas amor, y decides involucrarte en una relación exclusiva. Le estás entregando a alguien tu confianza, tu tranquilidad, y tu vulnerabilidad. Y al traicionarte no solo te fallan a ti. Fallan al compromiso que los definió como pareja.

    Ahí es donde comienza el vació.

    Ahí empieza la desconfianza, la inseguridad, el miedo, la pesadilla.

    Pero escúchame bien. Lo que te hicieron no define tu valor. Define el de quien lo hizo.

    El Impacto Invisible

    Una infidelidad no se cura con el tiempo. Se cura, cuando ya no quieres seguir siendo víctima y mucho menos pagar el pecado de alguien más. Se cura con conciencia plena.

    El dolor inicial es físico: No puedes comer, dormir, o respirar sin pensar en ello.

    Luego se vuelve mental: Repasas cada detalle, cada mensaje, cada momento que no viste venir, cada momento que confiaste en esa persona y seguramente te estaba jugando chueco.

    Y luego llega lo peor: La culpa.

    Empiezas a creer que pudiste evitarlo. Que si hubieras estado más presente, si hubieras hablado diferente, si hubieras actuado de otra manera, si hubieras sido más atractivo, más cariñoso, o si hubieras sido mejor en la cama, quizás nunca hubiera pasado.

    Esa es la trampa.

    Porque no fuiste tú quien rompió el compromiso.

    El verdadero daño de una infidelidad no está en la pérdida del otro. Está en cómo te desconecta de ti mismo. Te deja con la mente en guerra, buscando respuestas que no existen.

    No sufras por creer que fue tu culpa, por no estar presente todo el tiempo, por tener ocupaciones, por no cumplir todos sus caprichos, por no haber sido suficiente. Nada, y te lo vuelvo a repetir, nada justifica una traición.

    Si existía alguna carencia, era su obligación de hacértelo saber y buscar una solución. Y si no era conciliable y no le podías dar lo que necesitaba, era su obligación honrar el compromiso hasta el final y terminar la relación.

    El Falso Perdón y el Perdón Real.

    Perdonar no es fingir que no duele.
    Tampoco es volver a confiar a ciegas.
    El perdón real llega cuando entiendes que cargar el resentimiento y el dolor, es seguir viviendo en la maldad de otro.

    No se trata de justificar ni olvidar. Se trata de soltar el papel de víctima y así recuperar tu valor y libertad.

    Debes perdonar por una única razón: Liberarte.

    No porque la otra persona lo merezca, sino porque tú mereces paz.

    El Renacimiento.

    Después de una traición, el amor se vuelve un campo minado. Temes confiar. Temes entregarte. Temes sentir. Pero vivir con el miedo a que se repita, solo prolonga el castigo. La confianza no se deposita en otra persona, debe depositarse en ti. En tu capacidad de sobrevivir a la perdida y seguir amando sin convertirte en un guardián paranoico.

    Reconstruirte no significa cerrar el corazón, o encerrar en una jaula de oro a la otra persona. Significa amar con los ojos abiertos. Entender que, si vuelve a pasar, sabrás levantarte sin derrumbarte. Porque esta vez, sabes quién eres. Sabes lo que vales. Y ya no buscas otro que te lo confirme.

    El Cierre.

    Nada en la vida justifica una traición.
    Y nada te quita el derecho de volver a amar sin miedo.
    El error no fue confiar.
    El error es dejar de hacerlo.

    Así que suelta todo ese veneno que la infidelidad siembra, las ideas de venganza, el rencor, las preguntas sin respuesta, la desconfianza en ti mismo y en los demás. Grábate a fuego:

    “Tú no fallaste, tú lo estabas haciendo bien, tú no hiciste nada malo. La otra persona lo hizo, la otra persona no supo honrar el compromiso. Tú sí, y eso es digno de respeto y admiración. Eso te convierte en alguien valioso.”

    El haber descubierto su naturaleza te libero de invertir más tiempo, y dedicación en alguien que nunca te amo. Porque alguien que ama, no hace ese daño. Agradece eso, agradece la oportunidad de encontrar el amor verdadero. Por que eso mereces y no menos. No mereces sufrir por perder a alguien que no vale lo mismo que tú.

    Cuando te vuelvas a enamorar, o si ya estás con alguien nuevo. Confía, déjate ir y ama, ama a la persona que decidió compartir su vida contigo, a la persona que vio tu valor y quiere estar a tu lado. Disfruta su compañía, no la asfixies, no la castigues por algo que ella no hizo. Ninguno de los dos lo merece.

    ¿Y si vuelve a pasar? Agradece los buenos momentos y sigue adelante. Ya no te hará daño porque ahora entiendes que no es tu falta, ni tu error, ni define tu valor. Eres digno de amor y respeto.

    Se libre, no arruines tu felicidad y nuevas oportunidades por la maldad y falta de escrúpulos de otro.

  • ¿En serio? ¿Un año?

    ¡Wow! Un año desde mi última publicación. Y yo aquí, sentado escribiendo esto, todavía sin creer cómo chingados llegué hasta acá.

    El tiempo pasa en un parpadeo. Pero cuando lo vives a madrazos, cada día se siente eterno. Y al mirar atrás, te preguntas cómo demonios sobreviviste sin quebrarte del todo.

    La enfermedad

    Hace un año tuve el peor brote de mi vida. Una maldita bola en la nalga izquierda que me dejó, literal, con tres nalgas. Suena chistoso, pero no lo era. Esa chingadera creció, se ramificó como raíces, y me devoró el glúteo completo. El doctor tuvo que venir a drenarme en la casa, y lo que salió de ahí parecía sacado de una película gore.

    Como si no bastara, se infectó con una bacteria que ni los antibióticos querían matar. Tratamiento severo, dolor insoportable, noches enteras sin poder dormir ni sentarme. Hubo días donde lo único que me quedaba era apretar los dientes y rezar para no volverme loco.

    La tercera nalga me recordó que el cuerpo puede ser tu peor prisión.

    El parteaguas

    Con ese infierno encima, cualquier decisión era un circo imposible. ¿Montar un negocio de uñas? ¿Escritura? ¿Fotografía? ¿Estilismo? Todo sonaba bonito en papel, pero en la práctica era otro pedo: ¿cómo trabajas cuando ni siquiera puedes sentarte sin sentir que te clavan cuchillos?

    La cirugía estaba sobre la mesa. Una operación dura, de meses de recuperación, con sus propios riesgos. Y si no me operaba, la sepsis era una amenaza real. Es decir, la cuerda floja entre el dolor y la muerte.

    Desesperado, regresé al tarot y a mi Madre Muerte. Y créeme, sus respuestas fueron todo menos fáciles de tragar: nada de cirugías, nada de atajos. Solo paciencia, fe y pedirle en serio. Pero yo ya no quería más desmadres con la brujería, ni abrir puertas raras como antes. Estaba bastante afectado por lo que sucedió por andar jugando con fuerzas con las que no se deben jugar.

    La decisión

    Meses después, al borde de quebrarme, volví con Ella: “O me opero, o me dices qué chingados hago.” Y su respuesta fue igual de directa que siempre: “Quiero verte feliz, pero necesito que lo pidas. Tienes una misión especial. Yo te guío, pero si no tomas acción, yo no muevo nada. Decide. Y la operación ya sabes: dolor, arrepentimiento, sufrimiento.”

    ¿Qué haces con eso? Pues nada de medias tintas: velas, ritual, compromiso. Me la jugué.

    Y de repente, como un switch, las cosas cambiaron.

    Infección: adiós.
    Dolor insoportable: adiós.
    Inflamación: adiós.

    La cicatriz sigue, claro, recordándome todo lo que pasé. Pero el monstruo ya no gobierna mi vida.

    El renacer

    Con esa mejoría, comienza a llegar la claridad. Y con Verónica a mi lado, no puede haber excusas. Hemos decidido avanzar.

    Fundamos Chido Magik, nuestra academia de magia real y sin mamadas, en TikTok y YouTube (@ChidoMagik). Quiero poner mis 30 años de experiencia en algo que trascienda. También nos metimos a certificarnos en Organic Nails para abrir nuestro salón de uñas y belleza. Y lancé la página de Madre Muerte, como tributo a mi Madre Cósmica preciosa que me levantó cuando estaba hundido.

    El amor

    Y sí, también quiero darle su lugar al amor de mi vida, Verónica. A quien conocí un par de meses antes de mi última publicación.


    Gracias por amarme cuando me veía como un monstruo.
    Gracias por creer en mí cuando yo mismo me daba por perdido.
    Gracias por no rendirte.

    Gracias por reír conmigo cuando llorar parecía lo único posible.

    El cierre

    Hoy no digo que todo sea perfecto. Todavía estoy débil en algunas áreas, todavía fallo, todavía cargo con muchos pedos por resolver. Pero ya no soy el mismo cabrón que hace un año estaba doblado por el dolor y la desesperanza.

    La vida se resume en esto:
    O te agarras los huevos y dejas de culpar a las circunstancias, o te hundes esperando milagros que nunca van a llegar.

    Yo ya decidí. Aquí sigo, aquí seguiré. Con dolor, con amor, con magia. Siempre de pie.

    ¡Hasta la próxima!

  • La Importancia de Saber lo que Quieres.

    En algún lado leí la metáfora de que una relación es como un rompecabezas. Al principio, las piezas parecen encajar sin ningún esfuerzo. La química es intensa, todo fluye, y sin darte cuenta, estás en medio de algo que podría cambiar tu vida. Pero, con el tiempo, empiezas a darte cuenta de que algunas de esas piezas que parecían tan perfectas en realidad no encajan tan bien. Y es en ese punto donde el verdadero reto asoma la cara: Tener claro lo que realmente quieres y, lo qué es más importante, ser honesto contigo mismo y con tu pareja.

    La realidad es que muchas veces nos aventamos como gorda en tobogán en una relación sin tener bien claro lo que estamos buscando o deseando. Nos dejamos llevar por el momento, por la emoción, por la atracción. Y eso esta bien, porque en ese caos también hay magia. Pero si quieres que algo realmente funcione a largo plazo, no puedes dejarlo todo al azar y el “a ver que pasa”. No señor, necesitas claridad. Necesitas saber exactamente qué esperas, qué necesitas y qué estás dispuesto a dar.

    Ser Honesto, No es Cruel, Es Valiente.

    Una de las cosas más importantes que he aprendido es que la honestidad es el verdadero filtro de cualquier relación. No hablo de solo ser honesto con tu pareja, sino también con uno mismo. A veces, nos convencemos de que algo está bien cuando en el fondo sabemos que no lo está. Nos adaptamos, dejamos pasar cosas, nos tornamos pasivos agresivos, nos quedamos callados con tal de mantener la paz. Y esto, más que construir, deteriora la relación. Porque la paz que viene del silencio incómodo es la guerra disfrazada.

    Ser honesto es saber decir: “Esto es lo que necesito”. Y esto no significa ser demandante o egoísta. Cuando sabes lo que quieres y lo comunicas de manera clara, no solo le das a tu pareja la oportunidad de conocerte verdaderamente, sino que te das a ti mismo la libertad de no vivir en una constante negociación emocional.

    Lo Que Quieres No Siempre es lo Que Necesitas.

    Aquí viene lo interesante de todo el asunto: lo que quieres no siempre es lo que necesitas. Querer una relación que te llene no significa que estés listo para ella. A veces, anhelamos el afecto, la compañía o incluso la validación de alguien, pero nuestras heridas emocionales siguen sangrando por dentro. Estar en una relación implica tener la madurez de entender que nadie va a arreglar ni a llenar esos vacíos. Nadie puede amar lo que no estás dispuesto a mostrar.

    Por eso es bien importante preguntarnos: ¿Estoy listo para dar lo que pido? Porque si exiges algo que tú no estás dispuesto a ofrecer, solo estás creando expectativas falsas. Y lo peor que puedes hacer es construir algo sobre mentiras o medias verdades.

    Decidir Con Corazón y Mente.

    Cuando tienes claro lo que necesitas en una relación y puedes expresarlo sin miedo, estás construyendo una base sólida. Tomar decisiones desde un lugar de honestidad te salvará de mucho dolor en el futuro. Si tú y tu pareja no están en el mismo canal en lo que esperan y necesitan, a veces lo más sano es dejar ir. Suena duro, pero quedarse cuando ambos quieren cosas distintas solo llevará a resentimientos.

    Ser honesto no solo es decir lo que sientes en el presente, sino tener los huevos u ovarios de admitir cuando las cosas ya no funcionan. Aceptar que, a veces, lo mejor para ti es lo mejor para la relación, incluso si duele como la chingada.

    La Importancia de la Reciprocidad.

    El amor es hermoso, te puede elevar al mismo paraíso, motivarte, hacerte soñar, ver el mundo con una perspectiva diferente. Algo digno por lo que luchar. Pero sin reciprocidad se convierte en una batalla solitaria. Si tú das y das, pero no recibes lo mismo a cambio, eventualmente te sentirás agotado, herido, y desilusionado. Y no se trata de llevar un marcador de quién hace qué. Es sentir que tu entrega, tu cariño y tus esfuerzos son correspondidos. No hay nada más devastador que amar con todo tu ser y no sentir que el otro está ahí contigo.

    Al final del día, mereces estar con alguien que te quiera de la misma forma en la que tú amas; completa, apasionada y desinteresadamente. Y para poder llegar a eso, el primer paso es saber lo que quieres y estar dispuesto a pedirlo, aunque cueste. No se trata de mendigar afecto o conformarte con menos de lo que mereces, sino de saber comunicar tus necesidades dentro de la relación para sentirte seguro dentro de la misma.

    Porque un amor saludable no nace de la sumisión, nace de la reciprocidad; ambos deben estar dispuestos a dar y recibir en igual medida.

    Conclusión.

    Amar es un acto de coraje. Requiere saber desnudar el alma y ser vulnerable ante el otro. Pero también requiere ser honesto, tanto contigo como con esa persona especial que comparte tus días. Así que, si hay algo que he aprendido, es que el amor que merece quedarse es aquel que no te hace negociar tus deseos ni te deja a la deriva. Es el que responde con la misma fuerza con la que lo entregas.

    En tu camino, no tengas miedo de decir lo que sientes, lo que quieres y lo que necesitas. Y si alguien no está listo para recibirlo y ofrecerlo, quizás no sea la persona con quien debas compartir tu corazón. Porque en el amor, como en todo lo demás, mereces aquello que te traiga alegría al corazón.

  • Perdido en el Abismo

    En la vida existen momentos donde la oscuridad parece devorarlo todo: los sueños, el amor, la confianza en uno mismo. En esta oscuridad, muchas veces lo único que queda es la soledad y el eco de todo lo perdido. Hoy me encuentro ahí, sumido en lo que parece un abismo profundo donde la oscuridad impone fuertemente su presencia. Roto, desgastado, y cargando con una maleta enorme de decepciones que ya no puedo arrastrar más.

    Cómo mencioné en la entrada anterior “Sonámbulo”, alguna vez fui un hombre que soñaba con comerse al mundo, con conquistar sus sueños por más imposibles y locos que ellos fueran. Creía en el amor, creía en las personas, creía en mí mismo. Ese Victor, el que alguna vez fue tan seguro, se ha desvanecido. Las traiciones y abusos de las personas que amé y quienes juraron amarme, la perdida de mis hijas, de mi salud, de mi forma de vida, me fueron apagando. Enseñándome a desconfiar, a no volver a soñar, ya que esos sueños solo me serán arrebatados, recordándome que no vine a este mundo a ser feliz, a dudar de mi propio valor.

    El único sueño que me queda es reencontrarme con mis hijas algún día en el cielo, pero para ello debo hacer las cosas bien, no puedo renunciar. Siendo católico la idea del suicidio por más atractiva que pueda ser, queda totalmente descartada… por lo menos hasta que no haga mi última lucha. Atrapado en el purgatorio no podría estar con ellas. Además, quiero demostrarles que su Papá es fuerte, o por lo menos que alguna vez lo fue.

    A medida que la vida ha seguido su curso, las personas a mi alrededor no han hecho más que señalarme, de acusarme de ser el culpable de todo, de ser una mala persona, de no estar a la altura de sus expectativas. Familia, amigos, parejas…  todos se han convertido en jueces implacables que parecen no ver más allá de mis errores. Que no se dan cuenta que crecí solo, y me forme yo solo… cuando murió mi padre me quede sin brújula, sin quien me aconsejara, sin quien me corrigiera cuando cometía un error. Y traté, en verdad traté de hacer las cosas bien. Hice todo lo posible por cuidar a mi familia y amigos, por hacer feliz a la mujer que compartiese su vida conmigo. Muchas veces renunciando a mis sueños, anhelos y metas por lograr los de ellos.

    ¿Y qué obtuve? Sentirme atrapado en una red de juicios que no logro superar, como si nada de lo que haga fuera suficiente para agradar a nadie, y en ese proceso, me he quedado vacío.

    Deseo ponerle fin a esta situación. Acepto que he caído, que he sido derrotado por miedos, inseguridades, traiciones, abusos, y las voces que me susurran al oído que no valgo nada. Que no soy suficiente para luchar por mí, para quedarse… cuando ya no tengan un beneficio que sacar de mí.

    Acepto que he fallado, pero también reconozco que todavía estoy aquí y que no puedo renunciar… No sin antes haberlo intentado una vez más. Creo que aún puedo levantarme, que aún queda una pelea en mi corazón. Pero esta vez no será para agradar a otros, no será para rescatar a nadie, no será para encajar en lo que los demás quieren de mí.

    He decidido imponerme nuevas reglas, reglas para regir mi vida desde ahora. No más de depender de la aprobación de otros, no más miedo a perder lo que ya no me pertenece. Este reglamento será mi guía para tratar de reconstruirme, para reencontrar a ese Victor soñador y optimista que fui alguna vez. Esta vez será por mí.

    El Reglamento de la última pelea:

    1 – Seré fiel a mí mismo, por encima de todo.

    No buscaré validación externa. Mi valor no se mide por las opiniones de otros. Me juzgaré con honestidad, pero también con compasión. Lo que importa es mi propia percepción de mí mismo y como honro mi esencia.

    2 – El amor propio será mi escudo.

    Cuidaré de mi cuerpo, mente y alma. Trabajaré cada día para fortalecerme, física, emocional y espiritualmente. Porque si no soy capaz de amarme, nadie más lo hará.

    3 – Nunca mirar atrás.

    El pasado ya no tiene poder sobre mí. He aprendido de los abusos y traiciones, pero me niego a vivir en ellas. Mi enfoque estará en el presente y en como construyo mi futuro, día tras día, paso a paso. El dolor será mi más grande maestro, pero no mi amo.

    4 – Honraré a mis hijas y a mi niño interior.

    Mi niño interior merece ser protegido y cuidado. No lo abandonaré, te pido perdón por no haber cumplido tus seños y por haberme equivocado tanto. Lo intentaré una última vez pequeño Vic. Viviré para que mis hijas desde el cielo vean lo chingon que era su Papá, y que de haber estado en este mundo su padre habría sido el hombre que necesitaban que fuera.

    5 – No viviré con miedo.

    No me dejaré dominar por la desconfianza ni por el miedo al abandono. Me niego a que las personas que me hicieron daño en el pasado, me sigan lastimando en el presente. Comprenderé que no puedo controlar las acciones de los demás, pero si puedo controlar como reacciono ante ellas. Si alguien se va, le dejaré ir, pero nunca me abandonaré a mí mismo.

    6 – Impondré límites.

    No permitiré que los demás me hagan sentir menos, ni me manipulen para cumplir con sus expectativas o deseos. Aprenderé a decir “no” cuando sea necesario y pondré límites saludables en mis relaciones. No me volveré a desgastar por satisfacer y rescatar a los demás, y menos a costa de mi bienestar. Quien no respete mis límites no tendrá lugar en mi vida.

    7 – Practicaré la gratitud diariamente.

    A pesar de las adversidades, siempre existe algo por lo que estar agradecido. Cada día encontraré al menos una razón para dar gracias. Esto me mantendrá conectado con lo positivo de la vida y con las bendiciones que a veces pasan desapercibidas en medio de este abismo.

    8 – Buscaré mejorarme constantemente.

    Yo amaba aprender, y volveré a hacerlo. Buscaré aprender, evolucionar y así aspirar a ser una mejor versión de mí mismo. Buscaré nuevos conocimientos, desafíos, y experiencias que me ayuden a crecer, tanto en lo personal, como en lo profesional. La comodidad no será mi meta, el progreso sí.

    9 – Seré honesto en mis relaciones.

    Nunca he jugado con los sentimientos de nadie, y ya no permitiré que jueguen con los míos. La confianza y el respeto serán la base de cualquier relación que construya de ahora en adelante. No me aferraré a personas que no me amen en la misma medida que yo las ame a ellas, si no es recíproca la relación, ahí no será. Hablaré desde el corazón y exigiré lo mismo.

    10 – Viviré con propósito.

    Encontraré el porqué de mis días, algo que me impulse a seguir adelante. Ya sea mi trabajo, mis pasiones, las personas que amo, siempre buscaré una razón para levantarme cada mañana. No vagaré sin rumbo, sino que caminaré con una misión clara: ser un hombre de bien, en quien los demás puedan confiar y, sobre todo, en quien yo pueda confiar. Seré un hombre del que sus hijas se sientan orgullosas.

    11 – Dios será mi refugio.

    Reconectaré con mi espiritualidad, confiaré en Dios. Volveré a orar diario, a dejar de culpar a Papá Dios de mis decisiones y mis fracasos. Reencontraré esa magia que desde niño iluminaba mi vida.

    Esto no es solo un manifiesto, es un pacto. Un juramento hacia el hombre que quiero ser, hacia el guerrero que ya he sido y que puede volver a dar una última batalla. Más sabio… más fuerte. El camino será difícil, habrá días oscuros, pero sé que aún puedo resistir. Mi historia todavía no ha terminado, voy a escribir un último capítulo digno de recordar.

    Aquel Victor, el soñador, el que amaba sin reservas, aún puede volver. No me detendré hasta reencontrarlo. Y cuando el cabrón regrese, aguas, porque todo este dolor, toda esta lucha lo habrá hecho mucho más fuerte. Y ahí sabré que todo valió la pena.

    Este es mi reglamento, mi renacimiento. Mi regreso.

    ¡Hasta la próxima!

  • Sonámbulo

    ¡Wow! Mi última publicación fue en mi cumpleaños, chingona mi promesa de escribir cada semana, ¿verdad? No sé, todo ha sido muy confuso estos últimos meses. Mi falta de disciplina en la dieta me ha provocado brotes nada padres, lo que hace oscilar mi humor muy cabrón. Hay días en los que tengo la pila al cien y me quiero comer el mundo, solo para que la semana siguiente me desmorone y pierda todo el impulso.

    Mi mayor problema es encontrar un motivo, una razón que me motive a salir de esta situación. Pero es difícil, ¿sabes? La vida me ha quitado tanto, que la verdad me da miedo emocionarme de nuevo con algo o alguien. Y es algo que de verdad me rompe el corazón, aún recuerdo como todavía era yo hasta cinco años atrás. Era supersoñador, parecía niño emocionándome con todo, un día era programador web, otro un artesano de cuero, otro un pintor en acuarela para al día siguiente convertirme en fotógrafo, estilista o escritor. Todo era posible. Era romántico como nadie, podía enamorarme diez veces al día y fantasear con toda la película mil veces. No existían imposibles en mi mundo, todo era realizable para el soñador Vic.

    ¿Y hoy? No puedo reconocerme en el espejo. Por más qué me busco no me encuentro. Creo que esta vez ese maravilloso Victor recibió tanto daño que se abandonó a si mismo por su propia protección. Te entiendo Vic, tenías un corazón tan hermoso e inocente que no te merecías tanto daño, pero no te preocupes, ya no te podrán lastimar más. Esta carcasa que quedó en tu lugar te pide perdón por no haberte sabido proteger.

    Pero esta carcasa aquí sigue deambulando como un sonámbulo que no logra despertar. Debo encontrar una forma de sobrevivir, antes del próximo golpe de la vida. Así que, si me oyes querido Vic, te necesito una vez más, no te pido que vuelvas, no puedo hacerlo. Pero aunque sea aliéntame a lo lejos con tus consejos y palabras de apoyo. No puedo yo solo.

    Tengo un par de planes por ahí, solo necesito urgentemente esa razón, esa chispa de ilusión en mi corazón para llevarlas a cabo. Todo está listo…

    Esta noche oscura del alma ha sido extremadamente desgastante. Lo mejor que me ha pasado ha sido reencontrarme con mi espiritualidad, la cual me hace sentir menos solo, menos abandonado. Al rezar es el único momento del día en el que logro sentirme confortado. Y confío en Dios, sé que todo esto tiene una razón de ser. Y lo mejor que puedo hacer el día de hoy, es entregarme a sus planes.

    He estado ayudando a varias personas con el don que Dios me dio, lo cual me da cierta satisfacción cuando veo como mejoran las vidas de esas personas que confiaron en mí para ayudarlas. Pero no puedo vivir de eso, ya que no puedo cobrarlo. Aun así se siente bien.

    En fin. Sigo sin rendirme, no lo haré. Y en general estoy bien, después de la última purga social que hice unos meses atrás. He logrado encontrar un punto medio bastante pacífico. Pero ya no quiero hacerlo, quiero gente a mi alrededor, he notado que me ayuda el tener con quien hablar.

    A todos los que alejé a la mala, les pido muy sinceramente que me perdonen, pero mi alma lo necesitaba. Lamento que haya sido de una manera tan brusca, pero no quería que sufrieran por mí, mejor que se vayan odiándome que extrañándome. Los quiero y siempre lo hice. Espero que si leen esto algún día, sepan y entiendan que los y las quise muchísimo. Lo siento.

    Hasta la próxima

  • Ligue Ecológico Parte 2: Coherencia, y Verdades No Dichas.

    En este día tan significativo para mí (mi cumpleaños), me encuentro reflexionando sobre las expectativas y metas que este año nuevo trae consigo. No solo pienso en lo profesional o personal, sino en algo que, siendo sinceros, ocupa una parte importante de nuestras vidas: las relaciones. Y es que, navegando por Facebook, entre memes e imágenes que provocan risa y reflexión, encontré grandes verdades que muchas veces pasamos por alto, y que deberían ser un hito para construir conexiones auténticas.

    Los imágenes inspiradoras, nos llaman tanto la atención porque resuenan con lo que nuestra alma anhela. Frases como: “Quédate con quien te presuma de la mano y no te esconda del mundo”, o “Te voy a durar lo que me cuides, te voy a hablar como me trates, y te voy a creer lo que me demuestres”, me hicieron detenerme y pensar en la importancia de la coherencia en nuestras relaciones. ¿Cuántas veces hemos sentido que nuestras relaciones flaquean no por falta de amor, sino por falta de coherencia en nuestro actuar?

    Ligar ecológicamente va más allá de los buenos modales en línea, o el ser ingenioso y coqueto. Se trata de coherencia; de que tus acciones hablen tanto o más que tus palabras. No puedes afirmar estar superinteresado en alguien, y luego relegar sus mensajes al final del día cuando has tenido tiempo para platicar con otras personas, o afirmar estar enamorado de esa persona y no darle la prioridad ni para una llamada. La atención, ese recurso tan escaso en nuestra era digital, es quizás el regalo más genuino que podemos ofrecer.

    En un mundo ideal, no haría falta decir cosas como “nunca hagas lo que no te gustaría que te hicieran”. Sin embargo, aquí estamos, recordándonos a través de “imágenes inspiradoras” lo que debería ser evidente. Y es que, en el fondo, todos buscamos lo mismo: ser vistos, ser priorizados, y ser amados de manera visible y tangible. Si alguien te quiere escondido, o si alguien no tiene tiempo ni para contestarte un mensaje, quizás sea momento de replantearse dónde estamos parados y hacia dónde queremos ir.

    Story Time

    Permíteme compartir una triste historia personal que ilustra con dolorosa claridad la importancia de ser coherente. Hace algún tiempo, me vi disfrutando de la atención que el mundo del ligue en línea ofrece, sin darme cuenta el daño que me estaba haciendo y que quizás hice. Entre todos mis matches, había una mujer que realmente me interesaba, hermosa, con valores, y un corazón de oro, pero por andar de coqueto, no le dediqué la atención que merecía.

    Entonces, tan repentina como una brisa de otoño, se alejó de mí.  Me dejó con un último mensaje que, hasta la fecha, me duele recordar. En sus palabras, había una mezcla de decepción y resignación; me veía como alguien increíble, pero se había dado cuenta de que, ella no era suficiente (no había cosa más lejana de la realidad, de hecho ella era demasiado para mí). Mi falta de atención y mis respuestas evasivas se lo habían demostrado. Me deseó suerte y felicidad, y se marchó.

    Perderla fue un duro golpe, un despertar brutal a la realidad de mis acciones y su impacto en los demás. Me enfrenté a la dolorosa verdad de que, por mantener mis opciones abiertas, había perdido a la única que realmente me importaba. Me enseñó, de la manera más cruda, la importancia de ser coherente en mis relaciones. No me habría costado nada hacerla mi prioridad, o mejor aún, mi única. Si tan solo hubiera tomado la decisión de realmente comprometerme con ella, de formalizar lo que ambos sentíamos y compartíamos, seguramente hoy en día seguiríamos juntos, disfrutando de esa química increíble que ambos sabíamos que teníamos.

    Al reflexionar sobre mis relaciones pasadas y presentes, entiendo que ligar saludablemente significa priorizar la calidad de las conexiones sobre la cantidad. Y aprendí a dedicarle mi tiempo, mi atención y mi cariño a las personas que realmente valen la pena. Si no eres un medico atrapado en una cirugía nadie te va a creer que no tuviste tiempo de contestar en cinco horas, vaya hasta Elon Musk contesta los mensajes. (Love you Elon! <3) Ahora si que como dice una imagen: “No pierdas un diamante por andar recogiendo piedras”.

    Esta experiencia también me dejo otro aprendizaje: El interés se mide en acciones. Si tu enamorado o enamorada, nunca tiene tiempo para ambos, si te contesta hasta el final del día, si prefiere hablar con otras personas antes que contigo, si te esconde y no te presume, solo significa una cosa: No le interesas realmente. Cuando nos gusta o interesa alguien, estamos super pendientes de el o ella, es naturaleza humana. Si deseamos a alguien, lo único que queremos es estar cerca de él, saber de él, salir con él, hablar con él, que nos vean con él. No importa cuanto diga que le gustas o interesas, el corazón actúa más de lo que habla.

    Es crucial ser conscientes de dónde y en quién invertimos nuestro tiempo y energía emocional. Si bien el corazón a menudo tiene razones que la razón ignora, también es cierto que ignorar las señales de incoherencia por parte de la otra persona solo nos prepara para una dolorosa caída. No se trata de convertirnos en detectives de nuestras relaciones (que pinche hueva), pero si la interacción no se siente bien, te trae más angustia que felicidad, es momento de reevaluar. Las relaciones deben ser recíprocas, visibles y coherentes.

    La dura verdad es que, a veces, la mejor decisión es alejarse o, si eso no es lo que deseamos, debemos aprender a no clavarnos demasiado. Invierte, tanto como inviertan en ti. Proteger nuestro bienestar emocional no es signo de debilidad, sino de una profunda autoestima y respeto por uno mismo.  Aceptar menos de lo que merecemos, alimentando esperanzas en alguien cuyas acciones no están alineadas con sus palabras, es una receta segura e infalible para la desilusión.

    En este camino de encontrar a la pareja adecuada a través del ligue saludable, el desafío es doble: ser coherentes en cómo nos presentamos y saber actuar con sabiduría en quien permitimos que ocupe un lugar en nuestras vidas. Este proceso de discernimiento no es fácil, pero si fundamental para construir una relación sana, amorosa, gratificante, y sostenible en el tiempo. Al final, lo que buscamos es una conexión que nos enriquezca, que nos haga sentir vistos y valorados, no solo en palabras, sino en cada acción que compartimos.

    ¡Hasta la próxima!

  • Ligue Ecológico Parte 1: Corazón de Condominio.

    En la era donde el socializar se reduce a deslizar con el dedo, y la conexión humana a menudo se reduce a una foto de perfil en línea, es fácil olvidar lo que realmente significa conectar con alguien. La atracción física es el primer impulso que nos lleva a querer conocer a alguien más, y es innegablemente poderosa. Pero lo que realmente define todo, y que muchas veces dejamos de lado, es la personalidad, y lo que alguien aporta a nuestra vida.

    Hubo un tiempo en mi vida en el que me encontré compartiendo momentos, sueños y risas con tres mujeres increíbles. Cada una, a su manera, traía luz y color a mis días. Sin embargo, esta situación no era el resultado de un juego de seducción superficial, sino más bien de una serie de conexiones genuinas que se desarrollaron simultáneamente. Ya sabes, bendiciones (o maldiciones, depende cómo lo veas) de ligar en línea.

    Esta experiencia, aunque rica en emociones y aprendizaje, también me presentó un enorme dilema moral y emocional. La realidad de no tener un compromiso formal con ninguna de ellas me colocó en una encrucijada, no solo de corazones sino de principios. ¿Cómo manejar esta situación sin caer en la deshonestidad o el egoísmo?

    Afrontar esta situación me obligó a explorar mi propia vulnerabilidad. Abrirme ante cada una de ellas, y compartirles mis dudas y miedos, fue lo que considero un acto de masculinidad y madurez que rara vez se celebra. Nos enseñan a ser fuertes, decisivos, casi invulnerables, pero pocas veces se reconoce el valor de la honestidad emocional, y la transparencia en la construcción de relaciones saludables.

    Ese capítulo de mi vida, que podría verse como una compleja trama de una novela, fue en realidad una profunda lección sobre la importancia de no caer en toxicidades a la hora de conocer gente. Y de verdad, nunca hubo una intención de malicia en mí actuar, yo solo buscaba a la mujer correcta para compartir mi vida, pero en ese momento, elegir a una de ellas era prácticamente imposible. Las tres eran mujeres maravillosas, cada una tan diferente en su personalidad, que cada una, a su manera, aportaba algo supervalioso a mi vida.

    Elegir a cualquiera de ellas sé que hubiera sido un acierto; sin embargo, perder a las otras dos, hubiera dejado un profundo vacío en mi vida. Y al pasar el tiempo, el cariño crecía y la responsabilidad con cada una de ellas iba en aumento, exigiendo de mi parte formalizar un compromiso con la que yo escogiera como la “correcta”. ¡Fuck me! ¿Por qué no podían ser amigas y repartirse mi afecto? (Sí, ya saben, Don Chingon). Después de todo eran el Dream Team perfecto.

    Llegado el momento, tuve que sentarme y conversar con absoluta honestidad con cada una de ellas. Abrirles mi corazón y expresar lo valiosas que eran mi vida, pero que no eran las únicas, que había otras dos que contaban con un lugar en mi corazón igual de importante. Esto fue… una de las cosas más difíciles que tuve que afrontar, ver sus ojos con lágrimas, con enojo, con decepción fue algo que me partió el corazón… Dos se fueron y nunca volví a saber de ellas; la que a pesar de todo se quedó porque deseaba conservar una amistad, no duró y fue por mí, meses después ella conoció a alguien y yo no supe lidiar con eso, era muy doloroso. Supongo que mi corazón nunca supo verla como una amiga.

    Aprendí que la sinceridad no solo es vital en la fase inicial de conocer a alguien, sino que es el cimiento sobre el cual se pueden construir relaciones auténticas y significativas. Y esta mirada al pasado, me recordó una crucial lección sobre integridad en el arte del lígoteo. Ligar saludablemente no se trata solo de evitar hacer daño; se trata de acercarnos a cada conexión con respeto, transparencia, y una genuina apreciación por la persona en su totalidad, tanto con sus bellos dones, como con sus inocentes carencias. Después de todo no existe la pareja perfecta… a menos que combines a tres jaja (Oh, Señor! Perdona a este sexy y bienintencionado pecador). Esta experiencia me mostró que, aunque no siempre es fácil, elegir la honestidad y la claridad es la forma más segura de respetarnos a nosotros mismos y a quienes entran a nuestra vida.

    La idea no es mantener un precario equilibrio basado en el miedo a lastimar o perder, sino construir nuestras interacciones sobre la base del respeto mutuo y la comprensión. Esto puede significar enfrentar conversaciones difíciles, pero también abre la puerta a relaciones auténticas y profundas, sin importar la forma que estas tomen.

    En este viaje llamado vida, el tiempo es, sin duda, nuestro recurso más valioso. No es justo para nadie invertirlo en situaciones que no sean claras o recíprocas. Así que, mientras me esfuerzo por navegar en estas aguas con la mayor integridad posible, mi compromiso es con la honestidad, tanto conmigo mismo como con las personas que son importantes para mí.

    Ligar saludablemente es una danza delicada entre mostrar interés y mantener autenticidad, entre la atracción y el respeto mutuo. Es un recordatorio de que, en un mundo donde las conexiones pueden ser fugaces, lo que realmente deja huella es la manera en que tratamos a las personas que cruzan nuestro camino. No solo como parejas potenciales, sino como seres humanos completos, con sueños, miedos y, sobre todo, con el deseo de ser vistos y valorados más allá de lo superficial.

    ¡Hasta la próxima!

  • A Través del Objetivo: Redescubriendo la Pasión Perdida.

    La vida, queridos amigos, es una colección de momentos, algunos brillantes, y otros no tanto, pero todos valiosos. Mi relación con la fotografía ha sido, por decir lo menos, una montaña rusa emocional. Desde esos días de juventud, cuando veía mi cámara como una extensión de mi ser, hasta el vacío que sentí cuando me la robaron, y con ella robándome ese sueño.

    Hubo un tiempo en que soñé con convertirme en un gran fotógrafo, no me importaba el nicho, solo sabía que quería capturar momentos. Hasta que un día, un querido amigo que era un famoso Dating coach en esa época, me invitó a un proyecto donde él, y una amiga fotógrafa, harían photoshoots a sus clientes. A lo que yo acepte con mucha emoción, era el momento de aprender una cosa o dos. Y así, alojados en una lujosa habitación de un hotel de la CDMX ubicado por el área de Santa Fe, la aventura comenzó.

    Hombres, y mujeres desfilaron por las inmediaciones del Hotel, posando en las modernas áreas comunes, y los hermosos jardines, para terminar con fotografías más intimas en una de las suites del exquisito Hotel. Mi función era la de asistente fotográfico, apoyando con los flashes, reflectores, y a ayudar a perfeccionar la pose o el atuendo.

    En ese momento, descubrí lo que en realidad quería aprender, lo que pensé que quería hacer por el resto de mi vida: ¡La fotografía Boudoir! En ella encontré una ventana a la belleza en su estado más puro y sin filtros. Una forma de arte, donde más que en cualquier otra, se captura la esencia íntima y auténtica de ser mujer, reflejando su fuerza y vulnerabilidad. La fotografía Boudoir, es una danza delicada entre la luz y la sombra, revelando no solo la forma, sino también el espíritu, el coraje, y la ternura de cada mujer.

    Es un susurro visual que dice: “Eres hermosa, exactamente como eres”, ofreciendo un espacio seguro para explorar y celebrar la propia imagen, lejos de las expectativas y los juicios del mundo exterior. Cada sesión de boudoir es un viaje de autodescubrimiento, un acto de amor propio que permite a cada mujer reencontrarse, apreciarse, y si, suspirar ante la magnificencia de su propia existencia, reconociéndose: poderosa, única, y real. Fue una experiencia que me marcó para siempre.

    Al terminar ese maravilloso e inspirador fin de semana, corrí a comprarme una cámara profesional carísima de Paris, un lente con una óptica fenomenal, y directo a la escuela de fotografía. Me imaginaba cámara en mano, listo para capturar la belleza que me rodeaba, ayudando a mujeres, y por qué no, a hombres, a descubrir su belleza y sensualidad. Pero como muchos sueños juveniles, se quedó en eso: un sueño.

    Yo era ese tipo de aspirante a fotógrafo que deseaba saberlo todo antes de siquiera presionar el obturador. Quería dominar cada técnica, entender cada concepto, antes de dar el primer paso. Y entonces, la vida, con su cruel sentido del humor, decidió poner a prueba mi resolución: mi cámara profesional, mi compañera de sueños no nacidos, fue robada. Y con ella, se esfumaron mis aspiraciones de convertirme en fotógrafo.

    Fue un golpe muy duro, después de todo había sido una fuerte inversión, siendo un recordatorio de que nuestras pasiones son frágiles. Durante un tiempo, dejé de soñar en colores, viendo el mundo en una escala de grises deslucida. Aunque eventualmente adquirí otra cámara (mucho más modesta), la llama interior parecía haberse extinguido. Me sumergí en la rutina, dejando la cámara en un rincón, olvidada.

    Sin embargo, la vida tiene esta forma peculiar de dar vueltas completas. Recientemente, algo cambió. Quizás fue la nostalgia, quizás la necesidad de conectar nuevamente conmigo mismo, pero he sentido renacer el deseo de mirar el mundo a través de un lente. No con el objetivo de convertirme en el fotógrafo que alguna vez soñé ser, sino simplemente por el placer de hacerlo, por la alegría de capturar momentos.

    La fotografía, como he aprendido, es más que técnica o habilidad. Es una forma de ver el mundo, una invitación a observar lo que otros pasan por alto. En cada rostro, en cada sonrisa, en cada pose, existe una historia esperando ser contada. Y así, con una cámara en mano nuevamente, deseo embarcarme en esta aventura, no solo para redescubrir mi pasión, sino para invitar a otros a ser parte de ella.

    Se me ha ocurrido, buscar a aquellos que, como yo, desean explorar lo desconocido, quienes no temen mostrar su autenticidad frente a la lente. Esta no es una búsqueda de perfección, sino de verdad. Quiero capturar tu risa, tu mirada, ese gesto espontáneo que te hace único. A través de estas sesiones, espero no solo obtener la práctica que nunca tuve, sino también ofrecer un espacio para que otros se vean a sí mismos desde una perspectiva nueva.

    Así que aquí va mi invitación: Si estás listo o lista para embarcarte en este sueño conmigo, para ser parte de un proyecto que busca capturar la belleza en su forma más pura, mándame un mensaje. Vamos a crear algo juntos que nos recuerde la belleza de vivir, y la importancia de capturar el ahora, porque en el final, un recuerdo tangible de que estuvimos aquí, viviendo, sintiendo, siendo, vale más que el oro.

    ¿Te animas a ser parte de esta aventura? Será real, será crudo, y lo que es más importante, será divertido. Prometo que juntos podemos crear algo que no solo nos sorprenderá a ambos, sino que también nos permitirá ver el mundo bajo una luz diferente.

    Para los interesados: mándame un mensaje por redes sociales o por WhatsApp. No se trata de un casting para la próxima gran sesión de moda, sino una oportunidad de conectar, para crear algo genuino juntos.

    NOTA: Busco modelos de retrato en general, no solo boudoir.

    ¡Saludos y hasta la próxima!

  • Entre Luces y Sombras: Mi Camino a Través de la Noche

    La vida, con sus altibajos, es un viaje impredecible. Como el capitán de mi propio barco, voy navegando a través de tormentas y calmas, enfrentándome a cada desafío de la mejor manera posible. Pero no todo es fuerza y determinación; existen momentos de vulnerabilidad, de duda, fragmentos de tiempo donde la fortaleza interior se pone a prueba.

    El estilismo ha sido un desvío inesperado en mi camino, y a pesar de ser una alternativa forzada, se ha convertido en una fuente de satisfacción. Aunque disfruto del arte y la precisión que demanda, la verdad, me cuesta verme haciéndolo profesionalmente; lo que desgraciadamente provoca una incertidumbre sobre mi futuro laboral, como si de una sombra persistente se tratase. La enfermedad cambió drásticamente el curso de mi vida, dejándome a veces en un estado de reflexión sombría, deseando despertar de lo que parece una pesadilla prolongada. A pesar de esto, sigo buscando esa chispa, esa revelación que ilumine mi verdadero propósito.

    La posibilidad de aceptar un trabajo cualquiera nunca ha sido mi ideal, y aunque comienza a asomarse como una solución “temporal”, sinceramente la conservo como último recurso. Hay mucho en juego, y caer en esa opción sería renunciar a muchas cosas.

    En el terreno de las relaciones personales, la vida me ha sorprendido gratamente. He conocido mujeres maravillosas que han añadido color a mi existencia, particularmente una que ha capturado mi interés de una manera especial. Aunque es demasiado pronto para predecir el futuro, el simple hecho de sentir esa conexión es un recordatorio de que mi corazón sigue vivo, capaz de sentir y emocionarse.

    Con el tiempo, he evolucionado de ser un soñador empedernido (bendito piscis) a adoptar una perspectiva más pragmática sobre el amor y la vida. Esta transformación ha sido una defensa, una manera de protegerme de las decepciones. Pero la verdad, no puedo evitar preguntarme si he perdido algo en el proceso, esa capacidad de soñar sin límites. Que a pesar de causarme muchos descalabros, era un combustible potente en mi vida.

    Ahora, enfrento un desafío molesto: La depresión. Encontrar alegría en las cosas que antes me apasionaban se ha vuelto una tarea ardua. La motivación para seguir adelante, para enfocarme en lo que debo, se desvanece en días grises. Me siento perdido, navegando sin una brújula que guíe mis pasos en esta oscuridad. Vivo el duelo de todo lo que he perdido estos últimos años, una batalla interna que pocos logran ver. Que un hombre pierda su propósito es como morir en vida.

    Pero en esta noche oscura del alma, sostengo en alto una llama de fe. Fe en que superaré estas pruebas, en que encontraré mi camino. No solo por mí, sino por mis hijas, que desde el cielo me observan. Quiero que estén orgullosas de su padre, que vean en mí un ejemplo de resiliencia y fortaleza. A pesar de la oscuridad, sé que habrá un amanecer. Estoy determinado a salir de esta tormenta, a mostrarle al mundo y a mí mismo que puedo superar cualquier obstáculo.

    Este diario es más que un recuento de mi vida; es un testimonio de mi lucha, de mi vulnerabilidad y mi fortaleza. Comparto estas palabras no como una confesión de derrota, sino como una declaración de mi compromiso a seguir adelante, de no rendirme ante las adversidades.

    Vivo mi vida al límite, buscando con todas mis fuerzas el coraje que aun existe dentro de mí para no rendirme, y aceptando con humildad mis momentos de debilidad. Cada experiencia, buena o mala, es una lección aprendida, un paso más hacia la persona que aspiro ser. No sé que me deparará el futuro, pero estoy listo para enfrentarlo con la esperanza de que, al final, mi viaje inspire a otros a no perder nunca la fe en sí mismos.

    Así, entre luces y sombras, continúo buscando mi camino, buscando ese rayo de luz que guíe mis pasos. Con cada palabra, cada acción, me esfuerzo por ser una mejor versión de mí mismo, por mis hijas, por aquellos que amo y por mí. Porque al final, lo que realmente importa es la travesía y las huellas que dejamos en el camino.

    ¡Hasta la próxima!

  • Guía de supervivencia para ligar en línea (Para ellas)

    En la era donde el amor se busca deslizando el dedo en una pantalla, las citas en línea son el nuevo terreno de juego para los corazones solitarios y aventureros. Pero ¿cómo destacar en un mar de perfiles sin perder la esencia de tu ser? Y más importante aún ¿cómo tener una cita exitosa en este mundo no tan seguro ni cuerdo en el que vivimos? Aquí les traigo a todas las damas que me leen una guía irreverente pero honesta, para que naveguen este mar digital con gracia, estilo y seguridad.

    Nota: Esta guía la escribí con base en mi experiencia personal, afortunadamente he podido conocer muchas historias y experiencias, compartidas amablemente por chicas que tuve el placer de conocer en mí explorar por estas aplicaciones de ligue, quiero darle un agradecimiento muy especial a ellas. Y espero que este conocimiento colectivo no lo tomes a la ligera.

    Tu Perfil

    La primera impresión: La Foto de Perfil

    Tu foto de perfil es tu tarjeta de presentación al mundo de las citas. Olvídate de los filtros y escoge una imagen que proyecte tu look del día a día. ¿Por qué? Porque así te evitarás crear falsas expectativas que saboteen tu ligue, además, así el día de la primera cita podrás dejarlo en shock si vas bien arreglada. Veamos unos consejos para una foto exitosa:

    La Naturalidad Conquista: Una foto auténtica atrae, mientras que los filtros excesivos repelen. ¿El secreto? Una sonrisa genuina y una luz favorecedora.

    Ambientes y Hobbies: Una foto haciendo algo que amas no solo añade color a tu perfil, sino que también de pie a conversaciones.

    La Regla de Oro: Evita a toda costa incluir a tu ex en la foto. Nada grita “¡Alerta Roja!”, más que la sombra de relaciones pasadas, y no, no nos creemos el “Es mi primo”.

    Sé Congruente: Si buscas una relación genuina, no subas fotos en ropa íntima o presumiendo un gran escote, con esto solo estás buscando que te vean en un plan sexual, y las propuestas serán más por ese lado. Y viceversa, si deseas solamente pasarla bien de manera informal, no subas fotos vestida de monja.

    La Bio: Tu Hechizo de palabras

    Aunque los hombres raramente leemos las biografías, una bio bien redactada puede ser el gancho perfecto para el pescado adecuado. Especifica qué buscas, qué valoras y qué es un no rotundo para ti. No olvides añadir un toque de tus intereses; este pequeño esfuerzo puede diferenciarte del resto.

    Navegando el Mar Masculino: Consejos para la Interacción

    1 – Los Hombres Somos Vulgares.

    Prepárate para un desfile de fotografías no solicitadas de penes, las famosas Dick Pics. Es como recibir un regalo que nunca pediste… y que realmente no quieres. La mayoría de los hombres piensan que esto es un buen inicio. Spoiler: No lo es. Pero toma en cuenta que muy seguramente no tienen nada más interesante que ofrecer y esperan que te enamores de ellos por su “masculinidad”. Y también no te espantes porque la mayoría te pida sexo, así sin más. Pero no te desanimes, dentro de este mar de propuestas directas y poco románticas, aún hay quienes saben entablar una conversación real.

    2 – El síndrome del “Único Match”.

    Para la mayoría de los hombres, conseguir una cita es tan raro como encontrar una aguja en un pajar. Cuando finalmente lo consiguen, pueden actuar como si hubieran encontrado el Santo Grial. Ten cuidado con los obsesivos, pueden volver tu vida una pesadilla. Si empieza a planear su boda después del primer “Hola”, es hora de correr.

    3 – Ghosting.

    El ghosting es el arte de desaparecer sin dejar rastro. Hoy está, mañana no. La razón detrás de este acto de magia rara vez es personal. La mayoría de las veces, simplemente encontró otra chica que le gusto más, o no te encontró interesante para sus intereses. La clave aquí es no invertir emocionalmente demasiado rápido.

    4 – Seguridad Ante Todo.

    La seguridad nunca debe ser subestimada. Escoge lugares públicos, llenos de vida y testigos, en lo personal suelo citarlas en centros comerciales o áreas concurridas. Pero también asegúrate que no sea una zona roja de la ciudad, a menos que tú también seas de ahí y conozcas bien.

    5 – Cuida Tu Bebida.

    En un mundo perfecto, dejar tu bebida desatendida no debería ser motivo de preocupación. Sin embargo, en este, es una precaución necesaria. No dejes tu bebida sola, y si tienes que ir al baño, termínatela o pide una nueva al regresar. Te recomiendo pedir cervezas, pero de esas que traen corcholata y que el mesero la destape frente a ti. Y no olvides revisar el fondo de tu bebida periódicamente, y mantente alerta por burbujitas sospechosas.

    6 – Privacidad.

    Tu dirección es un tesoro que solo debe ser compartido en absoluta confianza. Asegúrate de conocer bien a tu tinieblo antes de revelarle dónde vives. El viaje de ida y vuelta al lugar del encuentro es un pequeño precio a pagar por mantener tu santuario seguro.

    7 – Pinochos.

    Las promesas de amor eterno y fidelidad pueden ser tan sólidas como un castillo de arena. Toma lo que el prospecto te diga con escepticismo y recuerda que algunas personas harán y dirán cualquier cosa para lograr sus objetivos. Las fotos de hace dos décadas o las identidades completamente falsas no son raridades en este mundo.

    8 – Pelados Gañanes.

    Prepárate para encontrarte con inseguridades disfrazadas de ofensas. Algunos encuentros pueden acabar señalando tus “defectos” antes incluso de pedir la carta. Recuerda, la falta de cortesía dice más de ellos que de ti. No lo tomes personal.

    9 – Cuidado con los Estafadores.

    Todos vimos o nos enteramos de la película “El Estafador de Tinder”, tristemente es una realidad que aún existe. Son maestros en el arte de la seducción, pero no buscan tu corazón, buscan tu cartera. Armados de historias conmovedoras y promesas tan vacías como sus intenciones, se cuelan en tu vida como un depredador. Pueden aparecer como el príncipe azul, prometiéndote la luna y las estrellas, pero no tardan en mencionar palabras como: “préstamo”, “emergencia financiera”, “hasta que reciba mi herencia”, o “es una gran oportunidad de inversión”. Esa será tu señal para desaparecer de su vida sin mirar atrás.

    10 – No Todo es Una Película de Terror.

    A pesar de los peligros y desafíos, el mundo de las citas en línea también está lleno de oportunidades para encontrar a alguien especial. No todos los hombres caen dentro de estas advertencias. Mantén la mente abierta, pero más importante aún, aprende a escuchar a tu intuición. Ella será tu mejor guía en este viaje.

    11 – La Trampa de las Opciones: El Buffet de las Citas.

    Tener un abanico de opciones puede parecer el sueño hecho realidad, hasta que te das cuenta de que puede llevarte a la parálisis por análisis, o la pendejitis por lujuritis. No te pierdas en el juego de las posibilidades y concéntrate en aquellos que realmente resuenan contigo. Podrías perder un diamante por estar contando piedras.

    Este artículo lo escribí por una petición; espero de corazón que esta guía te sea de mucha utilidad, te ahorre dolores de cabeza y te traiga muchas satisfacciones. De igual forma se lo quiero dedicar a todas mis amigas, primas y conocidas. Está bien utilizar las tecnologías para ampliar nuestras posibilidades de encontrar el amor, pero siempre hay que procurar hacerlo de la manera más segura y sana posible.

    ¡Hasta la próxima!

    – Victor Cadena
    www.victorcadena.com
    www.evilmagik.com

  • Renacer del Amor: Una Odisea de Corazón y Esperanza

    Hace ya una década, me encontraba en el altar, embargado por una emoción pura y sincera, listo para embarcarme en lo que yo creía sería el viaje definitivo de mi vida: el matrimonio. La promesa de un “para siempre” que era tan real, tan tangible, que cada fibra de mi ser vibraba con anticipación. Sin embargo, así como las mareas cambiantes, no todo en la vida se mantiene constante. Experimenté la alegría efímera de dos embarazos que, trágicamente, terminaron antes de que pudiera sostener a mis hijas en mis brazos. Esos momentos me marcaron de una manera que las palabras no alcanzan a describir, dejando una cicatriz en mi corazón y mi alma.

    Mi travesía por el amor no ha sido menos tumultuosa en otros aspectos. Años después, la desilusión de haberme entregado completamente a la mujer equivocada, creyendo contra toda lógica y consejo que el amor podría transformarla, esperando que al final valiera la pena. Pero solo me vi atrapado en una espiral de maltrato y dolor. Esto cerro mi corazón durante mucho tiempo. Pero a pesar de estas tormentas, y topar con pared tras vivir una relación efímera tras otra, me es imposible cerrarme a la idea de cesar mi búsqueda y el deseo de conexión. Y menos cuando me suelo ver rodeado de tantas mujeres por mis pasiones como la fotografía, el estilismo, o la magia y la lectura de cartas.

    La adversidad tocó también a mi carrera y salud, desviándome de mi camino como desarrollador web y lanzándome a un mundo de incertidumbre a los 40 años. La enfermedad, específicamente la HS, me hizo dudar de mi valía y me llevó a cuestionar mi merecimiento del amor. Sin embargo, en el proceso de enfrentar estos desafíos, he aprendido la importancia de la autoaceptación y el amor propio, comprendiendo que mis valores y esencia son lo que verdaderamente me define.

    En una relación, valoro, sobre todo, la calidad del tiempo compartido, ya sea viajando juntos, disfrutando una película, o simplemente caminando de la mano. Estos momentos, para mí, son la esencia de la vida compartida: el respeto mutuo, la lealtad, el apoyo, y la confianza. Busco a alguien que vea en mí no solo un amante, sino también un cómplice de vida, alguien con quien compartir mis valores y mis sueños.

    Reflexionando sobre mis experiencias, reconozco cómo la era digital ha transformado el amor y las relaciones, a menudo incentivando las conexiones superficiales que desechan la profundidad y la autenticidad. A pesar de las oportunidades para conocer muchas personas, mi anhelo siempre ha sido por una conexión genuina, un lazo que logre trascender lo efímero y se enraíce en lo eterno.

    Mis esperanzas y sueños permanecen intactos: superar mis desafíos personales y profesionales, mejorar mi calidad como persona y ser humano, encontrar a esa compañera ideal que anhelo, y construir juntos un futuro lleno de felicidad. A pesar de los duros golpes, mi fe en la vida y en el amor sigue firme. He vuelto a sentir esa ilusión bonita en mi corazón, un sentimiento que se percibe tan extraño porque ya comenzaba a olvidarlo. Mis valores y experiencias, serán mi guía.

    La responsabilidad afectiva se ha convertido en un pilar en mi vida. He aprendido que no se puede, ni se debe, abrir el corazón a alguien nuevo si aún está herido. Mi última relación seria (la más dolorosa hasta la fecha), me enseñó la importancia de sanar antes de intentar construir algo nuevo, ya que no es justo ilusionar a alguien si tu corazón no funciona. También aprendí que no se puede cambiar a alguien que no desea hacerlo, y con ello aprendí a respetarme y amarme lo suficiente como para no aceptar menos de lo que merezco.

    Este soy yo: Un hombre marcado por la vida, pero no quebrantado. Soy alguien que, a través del dolor y la pérdida, ha encontrado una fuerza inquebrantable y una esperanza renovada. Mi viaje hacia el amor verdadero es tanto una búsqueda de redención como un testimonio de la resiliencia del espíritu humano. En un mundo donde lo efímero y lo superficial se vuelve la norma, me mantengo firme en mi búsqueda de un amor auténtico, uno que se construya sobre la comprensión mutua, el respeto, y la pasión compartida.

    A ti, lector o lectora que quizás compartas mi anhelo de encontrar algo real en esta era de conexiones desechables, te ofrezco mi historia no como un cuento de advertencia, sino como uno de esperanza. Porque si algo he aprendido en este tortuoso camino, es que el amor verdadero, ese amor que arranca suspiros y desafía el tiempo, aún existe, debe existir. Y en la búsqueda de ese amor, me encuentro más vivo, más abierto, y más ilusionado que nunca para compartir mi mundo con alguien que, al igual que yo, crea en la magia de un “para siempre” auténtico.

    Aquí he plasmado mi corazón en palabras, y espero que sea una invitación a mirar más allá de las heridas del pasado y de las incertidumbres del futuro, y a creer, como yo sigo creyendo, en la posibilidad de un amor inquebrantable. Porque, al final del día, es el amor lo que nos define, lo que nos redime, y lo que nos une en la más profunda y verdadera humanidad.

    ¡Hasta la próxima!

  • 2024: El Gran Reseteo

    ¡Hola, queridos amigos! Aquí estamos, estrenando el 2024, un nuevo lienzo en blanco que debemos mirar con la misma esperanza con la que un gato mira una pecera. Vamos a hablar de las lecciones aprendidas (a patadas, por supuesto), y de todas las oportunidades que llegan con este 2024, estableciendo nuevas metas y reglas de supervivencia.

    El 2023: El Año que se Llevó mi Optimismo… y Casi mi Hígado.

    El 2023 fue como esa serie que empiezas con entusiasmo y terminas preguntándote: “¿En qué momento se convirtió en un reality de supervivencia?”. Comprendí que el tiempo no espera, y que cada día perdido es como un episodio malo de tu serie favorita: Irrecuperable. Me pegó la crisis de mediana edad (sí, esa que te hace comprar un coche deportivo… o más bien de caer en la autocompasión y dar por terminada tu vida). Caí en una depresión que me hizo compañía más que mi propia sombra (seguramente porque la cabrona se harto de mis quejas y renuncio), y me sumergí en el alcohol como si fuera un submarino ruso en una misión secreta.

    Epifanía en la Botella: Cambiar o Convertirme en un Meme Andante.

    Con la puta enfermedad que me ha hecho la vida imposible los últimos años, se me hizo fácil refugiarme en el alcohol para escapar un poco del dolor y la desesperanza. Poco a poco se me fue haciendo más habitual tomar esos “escapes” convirtiéndome poco a poco en un payaso deprimente. Los primeros seis meses fueron bastante geniales, salía mucho, conocí varias mujeres, salía con una y con otra, pero realmente no pude establecer una relación. Honestamente, no me sentía listo.

    Pero en el segundo semestre todo se fue al garete, tuve una crisis supersevera de mi piel, el dolor me sumió en un verdadero infierno para no variar, y esto me hizo alejarme de todos y de todo, pero no del alcohol. Al no poder salir (vaya ni caminar muchas veces) se me hizo fácil tomar en casa y ponerme unas pedas cabronas, perdí el control de mis límites y no bajaba la botella hasta quedarme dormido.

    Dirás, no suena tan cabrón… pero espérame tantito, aún no termino de narrarte mis aventuras etílicas.

    En el camino a quedarme dormido, me daba por “socializar”, y ahí me tenías de mamón wasapeando a quién se dejará. Pero no era socializar en un plan chido, para nada. Al estar en un precario estado de salud mental, en parte por el dolor y en parte por la depresión; sinceramente me daba por mal copear cañon.

    Y ahí me tenías al otro día, despertando sin puta idea de lo que había estado diciendo la noche anterior. Abrir WhatsApp a la mañana siguiente me daba un puto pánico que no tienes idea. El simple hecho de ver la lista de chats, que dejé sin leer cuando por fin me quedaba dormido, era una tragedia.

    Algunos eran reclamos, otros mensajes muy tristes por ver en lo que me había convertido, y en algunos simplemente veía desaparecer la imagen de perfil de algunos contactos, dando a entender qué me pasé de pendejo, en fin, era en extremo estresante. Así que me tocaba realizar el reglamentario control de daños y pedir disculpas, o aclarar que estaba pedo y no sabía manejar mi situación.

    Todo esto me daba una vergüenza realmente extrema, o sea cabrón, yo, Victor Cadena, el chingon alegre y siempre optimista ¿Haciendo esas mamadas? Literal, era de trágame tierra.

    Y estas autohumillaciones me hicieron ver el problema en el que me había sumergido, la perdida completa de mi control al tomar. Y eso no está nada bien. No hay nada peor que una cruda moral.

    Entre otros malos hábitos, mi vida se convirtió en un espiral de mierda que iba de mal en peor.

    Por ello tomé la firme decisión de no volver a embriagarme de esa manera. Debo recuperar el control, mi salud tanto física como emocional, y reconstruir mi reputación y dignidad.

    Reglas de Supervivencia 2024: Instrucciones para no Hundir el Barco.

    Aquí van mis reglas para este año, con el fino arte de quien ha visto demasiadas veces Titanic (¡Love you Leo!):

    1 – Adiós Borrachín: Nada de embriagarse sin control, porque ya me cansé de ser el alma de la fiesta… en las historias vergonzosas del día siguiente.

    2 – Videojuegos, los Extrañaré: Corto con los mundos virtuales; ya es hora de perderle el miedo al juego de la vida (aunque este en modo legendario la cabrona).

    3 – Chef Saludable, No Chef Enfermo: A comer sano se ha dicho. Soy testigo de los milagros de una buena alimentación, y de como las comidas equivocadas me provocan recaídas. Mi cuerpo no aguantará otro maratón de comida chatarra.

    4 – Fitness Guy: Es hora de darle al ejercicio, me ayuda mucho a mi estado de ánimo y a mis niveles de sueño (además urge levantar la nalga que ya se desinfló).

    5 – ¿Redes Sociales?: Siempre me han cagado, ah, pero que pinche fácil es perder horas y horas viendo tonterías en ellas. Por lo que solo designaré 30 minutos por la mañana, 30 al medio día, y 30 en la noche. Y solo para contestar mensajes. ¿Les urge algo? Me marcan por teléfono no mamen, hasta parece que les da miedo.

    6 – Reconectar con la Gente: Es hora de recuperar amistades, y de cultivar las que supieron quedarse después de mis desmadres y desapariciones.

    7 – Enfoque láser en lo importante: Basta de perder el tiempo. A encontrar mi pasión (aunque sea buscándola con detector de metales) o por lo menos encontrar una manera de ganarme la vida con mis capacidades y limitaciones actuales (se aceptan propuestas).

    Bob Ross se quedará pendejo.

    Este año, como un pintor con un sentido del humor cuestionable, me propongo a darle color a este lienzo que es mi vida, y pintar los putos arbolitos más felices que jamás has visto. Usaremos todos los colores, incluso ese amarillo mostaza tan culero que algunas usan en sus leggins, y que nadie entiende por qué los compran (por más nalgona y piernuda, no le van bien a nadie, no mamen).

    Me concentraré en la resiliencia, he vivido tanta mamada que ahora entiendo por qué me abandonó mi ángel de la guarda, pero ya verás cabrón, al rato, hasta me vas a andar rogando pa juntarte conmigo (jajaja no es cierto we ¡Gracias por cuidarme! *Besito cariñoso).

    Nadie está solo en este espectáculo. Este año prometo fortalecer mis lazos con todos ustedes, tanto en estar presente como amigo, como en escribir en mi querido y abandonado blog. Y no, no habilitaré los comentarios, hay tóxicas que aún me stalkean y no las quiero dando lata.

    Amigos y lectores, recibamos este 2024 con la perspectiva de verlo como el escenario perfecto, para entregar nuestra actuación más memorable. Analicen su 2023, encuentren donde la cagaron, que hábitos los alejan de sus metas y de sus sueños, y escriban sus propias reglas para darle un giro este nuevo año. Nunca es tarde para encender esa chispa que nos llevará a brillar como la estrella más nalgona del cielo.

    Así que, ¡A pintar este lienzo llamado vida, con brochazos de humor, resiliencia y determinación! Y recuerden, en el peor de los casos, siempre podremos vender la pintura como arte abstracto.

    ¡Hasta la próxima, queridos lectores y amigos! Como siempre, estoy abierto a comentarios, chistes, memes, anécdotas y planes chingones. Pueden contactarme por redes sociales (IG, FB) o por whats para los cercanos.

    ¡Vamos a hacer de este un año para recordar (por las razones correctas, claro)! Muy feliz año nuevo, recibe un fuerte abrazo y mis mejores deseos. ¡Que este 2024 este colmado de bendiciones, amor, y recuerdos chingones!

  • Aniquilando Demonios

    Últimamente han plagado mil demonios mi mente, demonios que solo infunden duda, temor, e inseguridad. Después de haber vivido el infierno que compartí en “Crudo, real, y sin censura” he quedado “débil” por así decirlo.

    El haber perdido la capacidad de trabajar en lo que he hecho toda la vida, me hace sentir perdido, sin rumbo, y cuando pienso en dedicarme a algo en concreto mil dudas asaltan mi mente, como: Ya estas viejo para eso, no eres lo suficientemente bueno, a nadie le va a interesar, ¿Y si la enfermedad te impide hacerlo?, etc.

    Ese infierno de la enfermedad también mermó terriblemente mi condición física (quitando el hecho de que estaba super gordo), pasar años sin hacer ejercicio, limitado a mi cama, con pequeñas caminatas de vez en cuando, o a tener sexo (claro antes de que mi piel estallara convirtiéndome en un monstruo). Todo esto me dejó en condiciones precarias de acondicionamiento físico.

    Aquel mismo infierno también destruyó mi fortaleza espiritual, estaba tan enojado con Dios, con mis espíritus guía de ese entonces, con todo aquello que consideraba sagrado; por no recibir su ayuda, por haberme abandonado en esa situación tan terrible después de haber ayudado a tantas personas en su nombre. Que blasfemé mucho, que rogué aún más, cayendo mis lamentos en oídos sordos.

    Esos demonios destruyeron mis más grandes pilares, mi vida religiosa, física, romántica, y profesional, dejándome convertido en una piltrafa temerosa llena de duda.

    Pero eso tiene que acabar, eso termina hoy. Esas voces demoniacas que me repiten una y otra vez que no soy lo suficientemente bueno, que soy feo, que no puedo hacerlo, que no valgo la pena… Me he dado cuenta de que son mentiras, viles y vanas mentiras para mantenerme en el suelo. ¿Pero que creen demonios? Me he dado cuenta de que son mentiras, su dominio sobre mi terminó.

    El dar pequeños pasos de bebe, me han demostrado todo lo contrario a los mantras de sobajamiento de aquellas voces.

    Cuando decidí volver al gimnasio después de muchos años, me daba pena, y mucho miedo. Me daba miedo sufrir un infarto cada que se me elevaba el ritmo cardiaco, me daba miedo lesionarme si me pasaba tantito de peso, me daba vergüenza levantar poco peso teniendo el tamaño que tengo. Todo, gracias a esos demonios.

    Cosa que he ido superando, llevándomela tranquila, comencé con la caminadora y la alberca. Caminaba un rato a un buen ritmo e inclinación, y me iba directo a la alberca, donde al principio me limitaba a hacer aerobics acuáticos ya que no sabía nadar; pero ahora ya estoy aprendiendo a hacerlo y ¡Me encanta!

    Al ver que no me he muerto, ni lesionado, decidí que es tiempo de buscar algo más intenso; así que me dediqué a buscar un gimnasio de box. ¿Por qué box? Una, los madrazos son la onda jajaja y segunda, se requiere una condición cardiovascular de diez para practicarlo.

    Después de buscar y ver opciones, me comunique al que mejor vibra me dio y agendé una clase de muestra. Pero las voces no tardaron en hacerse presentes. Al punto de sabotear esa primera clase impidiéndome ir. Al día siguiente me sentía de la mierda, derrotado, un cobarde. Y dije bueno, ni pedo, no es lo mío.

    Pero en el transcurso del día el coach me mando whats, preguntándome que si todo estaba bien, que me estuvieron esperando. Cosa que me dio muchísima vergüenza. Después de todo siempre me he jactado de ser muy confiable y puntual. Le dije que sí, que todo chido y le pregunté que si ese día iban a dar clase. Y ahí va el mamon a comprometerse de nuevo. Jesús bendito exorcízame de estos demonios.

    Llegada la hora de tener que salir de casa para poder llegar, las chingadas voces se pusieron super intensas. ¿A que vas? Solo harás el ridículo, Te va a dar algo si haces algo tan demandante, etc. etc. Pero no, no iba a caer de nuevo, no iba a romper mi palabra otra vez. Así que dije, se van a la mierda, me puse mis audífonos y vámonos. Solo una clase, solo vamos a ver que pedo, si no gusta no pasa nada y no vuelves. Me repetí como mantra.

    Tras llegar, fui de los primeros y aún no llegaba el coach. Y no voy a mentir, la duda me invadió cabron y estuve a punto de darme a la fuga. Pero supe superarlo con mi poderoso mantra motivacional. De joven fui muy deportista, amaba hacer ejercicio, así que esto era muy importante para mí, no la iba a cagar de nuevo.

    Tras la primera clase, terminé exhausto pero super contento, estuvo muy divertido, el coach y los compañeros son a todo dar, y de verdad valió mucho la pena. Y aunque fui un desastre obviamente, creo que seré muy feliz ahí. ¡Saludos coach Marco, gracias!

    Y así es como hemos restaurado un pilar más de mis cimientos. El primero fue tras hacer las paces con Dios como relate en “El duro camino fuera del infierno”.  Nos faltan dos, el pilar profesional, y el pilar romántico.

    Por fin mi vida vuelve a tomar rumbo, por fin estoy venciendo a los demonios de mi cabeza, por fin veo brillar el sol nuevamente.

    Espero de corazón que mis experiencias te enseñen que si se puede, que no hay miedo o inseguridad que no se pueda vencer. Siempre y cuando tengas humildad en tu corazón, aceptes tus limitantes, reconozcas tus capacidades, y te perdones por tus fallas y debilidades. Eres capaz de lograr las cosas, solo debes tomar la decisión y mandar a la mierda esas putas voces que solo quieren hundirte en su baja vibración de mierda. No lo permitas. ¡Sálvate!

    Hasta aquí la entrada de esta semana. Me atrasé un buen lo sé, tendré más cuidado con mi calendario. Saludos y ya sabes, cualquier comentario en mis redes sociales @victorcadenablog o a hola (arroba) victorcadena.com Me encantaría leer tus experiencias al respecto ¿Te ha tocado superar tus propios demonios? ¿Tienes algunos que te frenan en algo? Cuéntame me encantará leerte.

    ¡Hasta la próxima!

  • El duro camino fuera del infierno.

    Advertencia: contenido sensible sobre peso e imagen corporal. Esta publicación contiene información que puede resultar desencadenante y potencialmente ofensiva para algunas personas. Si bien mi objetivo es proporcionar información útil y motivar a un estilo de vida saludable, es importante tener en cuenta que cada persona es única y lo que funciona para una puede no funcionar para otra. Recomiendo la discreción del lector y que consulten con un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en su dieta o rutina de ejercicios. Asimismo, no me hago responsable de ningún resultado negativo que pueda resultar de la implementación de los consejos o experiencias proporcionadas en esta publicación. Si necesitas apoyo adicional, busca ayuda profesional o habla con alguien de confianza. La imagen corporal y el peso son temas complejos que pueden afectar la salud física, mental, y emocional. Al continuar leyendo, aceptas la advertencia de contenido sensible sobre peso e imagen, y que entiendes que es una opinión de vida personal y que no busca ofender a nadie en ningún sentido o forma. Así como el descargo de responsabilidad en estilo de vida y dieta. 

    ¡Hola! El duro camino fuera del infierno es la segunda parte de “Crudo, real, y sin censura” si no la has leído te invito a hacerlo para que entiendas el contexto de esta hermosa y terrible historia.

    Así que ahí estaba yo, contemplando la hermosa idea del suicidio asistido. ¿Por qué asistido? ¿Por qué no solo suicidarme y ya? Muy sencillo, en primera porque no tengo los huevos de hacerlo, aprendí a respetar a los suicidas; en verdad hay que tener un valor increíble para hacerlo. En segunda, no querría arriesgarme a meter a mí familia en problemas con peritos e investigaciones. ¿Capisci?

    Con la llegada de Octubre de 2022, llegó una de las crisis más severas que tuve. Tres bolas enormes en el muslo florecieron al unísono llevándome al borde de la locura, por segunda vez en mi vida había llegado al punto de temblar de dolor (la primera fue hace muchos años y fue ajeno al padecimiento), un temblor involuntario como cuando te mueres de frío pero en este caso por dolor absoluto, yo lo veo como el quiebre de la cordura corporal por la situación tan extrema.

    A la tercera noche en vela por el dolor, en medio del llanto y desesperación, solo se me ocurrió pedirle perdón a Dios por todas las estupideces que he hecho, por alejarme de Él… Pedirle de la manera más sincera que acabara con mi sufrimiento, que ya no podía más, que renunciaba a la vida.

    Cosa curiosa que tras hacer eso, logré conciliar el sueño… por primera vez en días… dormí.

    Ahora, realmente no recuerdo que soñé; lo que sí sé es que, desperté con una idea, con la firme convicción de qué era lo que tenía que hacer. De alguna forma había sido perdonado y Papá Dios me había dado la respuesta.

    Así como desperté, me acerqué a mi madre y le dije: “No voy a comer por tres días.” Al preguntarme la razón, le dije, no sé, pero debo hacerlo.

    Y así sin más, me limité a tomar solo agua por 72 horas. Cosa que fue bastante difícil de lograr. Ignorando el hambre, las primeras 36 horas fueron relativamente fáciles, después comenzaron a llegar mareos, palpitaciones, miedo, cansancio, y desesperación. Los síntomas se aligeraron al cambiar a agua mineral, había perdido muchos electrolitos.

    Tras las muy difíciles 72 horas de ayuno, porque te juro que no fue facíl, el volver a comer fue un proceso lento, después de todo mi estomago estaba completamente vacío. Empecé con caldo de pollo, solo el caldo durante el primer día, en el segundo introduje gelatina y un poco de pollo al caldo, y el tercero ya volví a comer “normal” por así decirlo.

    Al finalizar las 72 horas, las bolas de mi muslo se habían desinflamado en más del 50% como por arte de magia, y para el quinto día… ya no estaban ahí.

    Esto me llevo a investigar el vinculo entre las enfermedades autoinmunes y autoinflamatorias con la alimentación. Y realmente solo existen teorías y un par de testimonios; pero existe información. Y así di con diversas dietas, como la AIP (Autoimmune Paleo Diet), la SIBO (dieta para sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado), y algunas otras que se basan en un proceso de restricción extrema para poco a poco reintroducir alimentos “riesgosos” para ver cómo reacciona el cuerpo.

    *Si te gusta la idea de que escriba una entrada explicando más a detalle la dieta que llevé, y que llevo actualmente, mándame un mensaje a hola (arroba) victorcadena.com, o mensaje privado por mis redes sociales @victorcadenablog.

    Con este cambio recobré la cordura y el dolor disminuyo un 90%, de nuevo ¡Gracias Papá Dios! Soy testigo de un milagro. No me he curado, y no creo que pase, aunque no pierdo la esperanza. Hoy en día sigo teniendo crisis, tanto de Sjögren como de Hidradenitis, y sí, siguen progresando; pero la severidad es infinitamente menor.

    Además de la mejora de salud, ¡Bajé muchísimo de peso! Al momento de esta publicación he perdido 50 kg, si, era un gordo desgraciado. Sigo con sobrepeso, pero ahí vamos. No, no esta bien estar gordo. Y los gordos que dicen que sí, es porque son débiles, y no pueden tener disciplina. Y les es más facíl esconderse tras el “Body shaming” o el “Fat Pride” (orgullo gordo). De un gordo a otro, ¡Quiérete tantito cabron! El sobrepeso si trae muchas complicaciones a futuro. ¡Si se puede!

    *Nota: Me refiero a los gorditos extremos, algo de sobrepeso no esta tan mal, después de todo me encantan las gordibuenas. 🙈🔥

    Hay que tener fe, y más que nada fe en Dios. No importa que religión sigas, al final Dios es Dios. No le hagan caso a todos los rudotes que odian a la iglesia, o que siguen al diablo porque esta “cool” todos necesitan a Dios en su corazón cabrones. Y no, no soy un fanático religioso, pero al Cesar lo que es del Cesar.

    Mi cuerpo está muy dañado por cicatrices, y muy sensible en algunas partes. Lo que es un puto desafío, ya que quieras o no, te produce inseguridad y vergüenza. Que sé que no debería ya que no es mi culpa, pero de todos modos, da penita. Sé que a la adecuada no le importará, así que puede servir como un buen filtro para cuando decida buscar de nuevo, y tristemente tendré que alejarme mis toxicas que me encantan tanto jajaja necesito algo estable y sano.

    En estos momentos mi vida sigue siendo un desmadre, pero vamos con optimismo. Estoy en busca de una nueva profesión, ya que trabajar en las computadoras me es muy difícil por la sequedad de los ojos, así que con todo el dolor de mi corazón tengo que dejarlo y encontrar un nuevo camino; situación que es muy aterradora ya que empezar de cero a los 40, no es cualquier cosa. Pero tambien tiene su lado excitante no voy a mentir.

    Podría ser la brujería y el tarot, podría ser escribir… tengo una historia que me encanta pero no se si sacarla en libro o novela gráfica, podría ser la fotografía, amo la fotografía Boudoir (aunque requiere cierta inversión), podría ser de panadero o pizzero, me encanta cocinar… aunque no me conviene si quiero seguir bajando de peso jajaja, podría ser poner uñas, podría ser de gaystilista, guardaespaldas, no sé, las posibilidades son infinitas.

    Una vez que decida mi próxima profesión, necesitaré un Social Media Manager que lleve mis redes sociales, después de todo ya es un a huevo en estos tiempos. Si te late todo eso mándame un mensaje y platicamos no busco un super profesional que cobre carísimo de parís, solo que seas bueno creando contenido y subiéndolo en los momentos correctos podría funcionar.

    En fin, aprovecharé esta segunda oportunidad y a darle con todo. La moraleja de todo esto es que no pierdas la esperanza, no te dejes caer, siempre existe la posibilidad de mejorar. ¿Da miedo? Chingos, y más las consecuencias a futuro de padecer enfermedades difíciles, pero aquí estamos, la vida es maravillosa y hay que vivirla.

    Hasta aquí la entrada de hoy, gracias por leerme. Much@s regresaron, much@s me dijeron cosas muy bonitas tras leer la pesadilla que he vivido, debí tenerles más confianza. Les agradezco desde lo más profundo de mi corazón, saben que es reciproco.

    Saludos y ¡Hasta la próxima!

  • Crudo, real y sin censura.

    ¡Hola! Mi nombre es Victor Cadena y este es mi blog personal… Esta es la tercera versión de este blog, y de corazón espero que sea la definitiva. La muerte y renacimiento de este proyecto ha tenido sus razones, razones que me llevaron por un recorrido muy doloroso y de mucho autodescubrimiento.

    En antiguas versiones siempre traté de alienarme de algún modo utilizando alter egos, personajes que no reflejaban enteramente mi realidad o mi forma de enfrentar la vida. The Boss y Viktor Volk eran proyecciones de lo que alguna manera aspiraba a ser y proyectar. Pero sólo eran mascaras que disfrazaban el dolor y sufrimiento que afrontaba.

    Ahora lo que quiero es ser yo al 100%, con mis virtudes y con mis defectos, con mis fortalezas y debilidades, con mis logros y mis derrotas. Una versión cruda, real y sin censura. Y espero que mi manera de afrontar la vida te sirva de inspiración para no rendirte en la tuya, y muy seguramente puedas ayudarme con tu experiencia también, claro, si así lo decides.

    El macho alfa nalgas plateadas, el todas mías, el todo puedo, el todo lo sé, ha quedado enterrado en el panteón de las pretensiones. Este blog no será la fuente de motivación fantasiosa qué llegó a ser, no señor. Aquí, si decides quedarte, descubrirás que la vida es muy dura, que cuándo crees que tienes los peores problemas del mundo, siempre habrá alguien pasándola más culero que tú.

    Pero eso sí, te prometo no rendirme, te prometo siempre buscar como seguir adelante. Pero que te quede bien claro; si decides seguir a este conejo blanco a su madriguera, me prometes tampoco rendirte. En esta vida Alicia no despierta y escapa de la pesadilla, Alicia se da cuenta de que de la vida no se despierta, que solo le queda crecer unos huevotes de King Kong y patearle el trasero a la Reyna Roja… o de jodido morir en el intento. ¿Tenemos un trato?

    Puta… ahora por dónde empiezo… Hahaha pensé que sería más fácil… Ya sé, empecemos por lo último, de alguna forma tendrá más sentido. A finales de 2019 caí seriamente enfermo (nada contagioso no te aloques), una enfermedad que me llevó por un peregrinar en salas de urgencias, consultorios médicos, laboratorios, y hasta charlatanes… en verdad cientos… y todo por lo atípico de mi sintomatología, por un lado parecía ser una cosa, y que al hacer los estudios pertinentes resultaba no ser, y así, tras innumerables especialistas, resonancias magnéticas, laboratorios de sangre, ultrasonidos, tomografías, biopsias, antígenos, punción lumbar, etc. Dos años y medio después por fin obtuve respuestas.

    Tras una biopsia de labio, la cual realmente fue por curiosidad. Se me detectó Síndrome de Sjögren. El cual se caracteriza por, y citando a Mayo Clinic:

    “El síndrome de Sjögren es un trastorno del sistema inmunitario que se identifica por sus dos síntomas más frecuentes: ojos y boca secos.

    Mayo Clinic

    Esta afección suele acompañar otros trastornos del sistema inmunitario, como la artritis reumatoide y el lupus. Por lo general, el síndrome de Sjögren afecta primero las membranas mucosas y las glándulas que producen humedad en los ojos y la boca, lo que da como resultado menos lágrimas y saliva.”

    ¿No suena tan grave verdad? Veamos la sintomatología:

    “Los dos síntomas principales del síndrome de Sjögren son:

    Ojos secos. Es posible que los ojos te ardan, te piquen o sientas como si tuvieras arena adentro.

    Sequedad de boca. Es posible que sientas que tienes la boca llena de algodón, lo que dificulta tragar o hablar.

    Algunas personas con síndrome de Sjögren presentan uno o más de lo siguiente:

    Dolor articular, hinchazón y rigidez.

    Inflamación de las glándulas salivales, sobre todo, las que se ubican debajo de la mandíbula y delante de las orejas.

    Erupciones cutáneas o piel reseca.

    Sequedad vaginal.

    Tos seca persistente.

    Fatiga prolongada.”

    ¿Ojos y boca seca? En un inicio no le di tanta importancia, ya que siempre he trabajado con equipos de cómputo y al siendo fumador, bah son solo consecuencias de mis hábitos, o eso pensé por lo que nunca me quejé de ello en particular.

    Lo que realmente me jodió la vida y lo que convirtió todo en un eterno peregrinar fueron los síntomas secundarios. Dolor articular, un dolor severo no mamaditas, si me conociste en mis 20s, habrías pensado que era alguna clase de Terminator, no me dolía ni madre.  Pero esto… esto dolía como una patada en los huevos.

    Fatiga persistente, imagina el día en que has estado más cansado que nunca, multiplícalo por 10 y vívelo diario, a toda hora. ¿Ya? Esa era mi vida, el simple puto hecho de pararme de la cama parecía querer irme nadando a Rusia con Papi Putin.

    Los ojos, los ojos progresivamente se fueron al garete, cada día era menos tolerable el estar frente a un monitor, comenzaban a arder a los 10 minutos, es una sensación de tener tierra en los ojos, si me aguantaba y seguía cinco minutos más se desataban los dolores de cabeza, dolores palpitantes que solo te provocan querer recibir un batazo que te desmaye y así dejar de sentir por lo menos un ratito.

    La boca… una putita maldición, la resequedad vuelve tu saliva más acida, lo que provoca que tus dientes estén en peligro constante de picarse de la base, además de volver tu lengua mucho más sensible a la sal y el picante, el mentado chile del que no pica se puede llegar a sentir como masticar un habanero.

    ¿Puedes sentir mi pequeño infierno? Pobre desgraciado ¿cierto? Pero no, eso hubiera sido un sueño maravilloso, la pesadilla solo empezaba.

    La piel empezó a irse a tomar por culo poco tiempo después. Me comenzaron a salir unos abscesos enormes por varias partes del cuerpo, unos como pelotas de baseball, y si creías que lo anterior suena a dolor… Uff te tengo una sorpresa, eso eran las caricias de un ángel.

    La piel es el dolor más severo, más extremo que he llegado a sentir en mi vida… y créeme he tomado muy malas decisiones y conozco el dolor físico. El dolor de la piel me ha logrado tumbar en cama por días, sin poder caminar, sin poder siquiera sentarme, sin poder dormir, sin poder pensar, desando morir a todo momento, y no, no es broma. Y no existen medicamentos que calmen ese dolor, solo los opioides… pero no, eso algo que no quiero volver a usar, es muy feo y conlleva más riesgos que beneficios.

    ¿Pero que decían los médicos? Que nada, que estoy jodido y que no tiene cura, el Síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune (que el cuerpo anda de emo y se odia a si mismo) y punto. Y lo de la piel ya se convirtió en una mamada llamada Hidradenitis Supurativa que para acabarla de mamar es una enfermedad por sí misma, no autoinmune pero auto inflamatoria. Lo cual puede ser común, que de una enfermedad autoinmune se produzca una secundaria. Lo sé, debo estar pagando todas mis pendejadas de joven. ¡Dios Padre! ¡Perdona a este infeliz pecador!

    Solo existen medicamentos para “controlar” los síntomas y eso si tienes suerte, porque no ha todos les sirven. Y estos hermosos medicamentos son más peligrosos que la enfermedad en sí. Te piden firmar documentos eximiendo de responsabilidad a los médicos y farmacéuticas por si mueres tomándolo. ¿Una puta chulada verdad? Así que ni madre, no me voy a tomar su veneno.

    ¿Cirugía para de jodido quitar la piel afectada? Nope, son cirugías horribles que tardan semanas en sanar y super riesgosas, he visto casos terribles. Y para acabarla de mamar, es un volado de que vuelvan a salir. ¡Santo Padre tenme misericordia!

    Así que ahí estaba yo, sufriendo extremo dolor, sin ilusión de nada, sin esperanza de nada, sin trabajo, sin sueños, sin nada, sintiéndome un verdadero monstruo. En la epitome del dolor en Octubre del 2022, contemplé muy seriamente junto con mi familia el irme a Suiza a practicar el suicidio asistido… No fue fácil llegar a eso, me informé, me comuniqué con la asociación que se encarga de esas cosas allá, y tras entender todo el proceso y la inversión necesaria, estaba listo para rendirme y terminar con mi miseria.

    Me iría sólo y jamás volvería, lo único que mi familia tenía que hacer era imaginar que me casé con una rusa hermosa y estaba viviendo feliz por allá. Se los haría más fácil de algún modo… Las lágrimas invaden mi rostro al escribir esto… Y discúlpame querido lector, por más fuerte que traté de ser en ese punto, te juro que solo anhelaba morir, no podía más…

    Pero aquí sigo ¿cierto? Algo pasó que aquí me tienes contándote mi tragedia. Y no, no fueron los médicos, no fueron las medicinas. No, Dios debió perdonarme, o en algún sentido debe considerar que tengo alguna misión aquí todavía. Así que envió un ángel a darme una luz al final del túnel dentro de un sueño.

    Debo decirte que si bien, no me he curado, y quizá nunca lo haga, y aun llegando a tener crisis muy dolorosas, aquí estoy, vivo, con esperanza, y con ganas de aun lograr muchas cosas, con limitaciones, miedos, e inseguridades, pero VIVO.  

    Los detalles de mi “recuperación” te los compartiré en la próxima entrada, esta ya se alargó demasiado. No ha sido nada fácil para mi escribir esto. Pero esto soy, para bien o para mal, esta es mi vida. Decidí compartirla para brindarte esperanza y fe de que por más oscura que sea la noche, siempre puede amanecer.

    Al vivir esto, me aleje de mucha gente, amigos, conocidos, y familia. Y los pocos que insistieron los alejé a la mala… Si llegan a leer esto, espero puedan entender por lo que estaba pasando. Los extraño, y no quería que me vieran en ese estado. De corazón lo siento.

    ¡Hasta la próxima querido lector! Publicaré de manera obligatoria los Domingos a las 8:00pm, y quizá haga entradas menores entre semana. No todas serán así de fuertes, espero ser más constructivo. Pronto daré a conocer mis nuevas redes sociales, ya que las anteriores las eliminé/abandoné. Por ellas podrás ponerte en contacto con tu servidor, por si deseas hacerme llegar tus comentarios. O escríbeme a hola (arroba) victorcadena.com

    Sinceramente

    Victor Cadena